El Benirredrà CF certificó ayer su título de campeón de grupo y el ascenso a Primera Regional. Lo hizo tras una rocambolesca situación ya que el rival, el Benitatxell, no se presentó al partido, previsto para las seis de la tarde, alegando falta de jugadores. Así pues, y de acuerdo con el reglamento, el colegiado apuntó un 3-0 en el acta a favor de los locales.

Al equipo entrenado por Marcos Estruch le bastaba con un punto para cantar el alirón, así que tras confirmarse la ausencia del rival empezaron las celebraciones. La directiva ya había previsto la contratación de una discomóvil y el lanzamiento de un castillo pirotécnico, y así sucedió.

La última y única vez que el club estuvo en Primera Regional fue hace unos 15 años. Estruch apuntó que le hubiera gustado disputar el partido, pero se da por satisfecho igualmente «porque los jugadores se lo han trabajado todo el año y se lo merecen».

El presidente de la entidad, Natxo Arnau, remarcó el valor del ascenso, «sobre todo para un club modesto como el nuestro y con unos jugadores que han formado un equipo nuevo este año y lo han dado todo». La edad media de la plantilla ronda los 20 años. Destacan figuras como el delantero Izar, pichichi del grupo, o el central Sastre. La progresión del equipo ha sido espectacular.

La alcaldesa de la localidad, también presente ayer en las celebraciones, agradeció a jugadores, cuerpo técnico y directiva «el gran esfuerzo que hacen por llevar el nombre de Benirredrà allá donde van» y valoró que además de fútbol «se transmiten valores y convivencia». Todos cenaron en la misma cafetería del restaurante y al cierre de esta edición todavía continuaba la fiesta.