existe una gran polémica estos días entre la población de Gandia a raíz del lamentable escenario político que nos están ofreciendo algunas formaciones respecto al futuro del polígono Sanxo Llop.

El Ayuntamiento tiene la obligación legal y moral de terminar cuando antes el polígono (fue iniciativa suya), y satisfacer a los propietarios lo que en su día se comprometió. Entonces tenía gran interés en conseguir un solar, sin desembolso alguno, ubicado estratégicamente en la zona más adecuada para la construcción del nuevo hospital.

Ahora, ante su incapacidad y mala gestión para resolver esta situación, quiere implicar a todos los ciudadanos. Ante esto, hay que considerar algunas cuestiones que debemos preguntarnos con sinceridad, sin egoísmo, con visión de futuro y pensando siempre en lo mejor para nuestra ciudad:

Sabemos y nos quejamos de que nuestros hijos, jóvenes sobre todo, no tienen salida fácil en el mercado laboral, estando muchísimos en paro. ¿Qué futuro les espera?, ¿qué planes pueden hacer? Lógicamente esto crea malestar e incertidumbre entre ellos y sus familias.

Además, ciertas actividades relacionadas con el sector agrícola están desapareciendo o no son atractivas para nuestra juventud, lo que se traduce en una búsqueda de otros trabajos que estén relacionados con el comercio, industria, servicios de todo tipo o con aquello para lo que se han preparado.

Los ya no tan jóvenes que por las circunstancias que sean se han quedado sin trabajo, con hijos y obligaciones contraídas, tienen igualmente una situación complicada y difícil de resolver, a esas edades los contratos escasean.

Estaremos todos de acuerdo en que no nos podemos permitir dejar pasar las oportunidades que se presenten para la creación de nuevos puestos de trabajo. Una gran empresa multinacional está interesada en instalarse en Sanxo Llop, una buena noticia: no debemos permitir que se instale en otra población.

Dotemos el entorno del hospital de todo lo que precisen sus visitantes. Es una necesidad que hay que atender. Es importante, atraerá inversores, creará empleo.

Ya está bien. Seamos realistas, no podemos ponerle puertas al campo, como se suele decir. No debemos impedir una expansión de nuestra ciudad que ella misma nos reclama. El comercio del centro puede cohabitar con los nuevos espacios comerciales, no son incompatibles, son complementarios, incluso les beneficia. Cuando apareció en escena la venta por internet, nadie planteó prohibirla para así proteger al pequeño comercio tradicional.

Recientemente, de forma muy clara y acertada, un empresario exponía su opinión sobre este asunto. Todos los grupos políticos, y sobre todo los que nos gobiernan (que se autodefinen de progreso), deberían tomar buena nota y reflexionar sobre ello. ¿No es curioso que los mismos que se daban codazos para aparecer los primeros en la foto de la inauguración de Decathlon, ahora quieran bloquear una zona comercial por su supuesta amenaza al pequeño comercio? Qué poca coherencia. ¿Qué clase de políticos son esos? ¿A qué juegan nuestros representantes? ¿Temen perder o solo piensan cómo ganar votos, a la hora de tomar decisiones?

De ahí la idea de una consulta a los gandienses, que ellos mismos piensan llevar al fracaso al exigir la participación de un 10% o 15% de la población, a lo que hay que añadir que sobre esto tampoco se ponen de acuerdo y algunos ni siquiera piensan acatar el resultado.

Además, ¿saben los ciudadanos lo que quiere decidir el Ayuntamiento?, ¿conocen con detalle en qué consiste la modificación que plantean? La inmensa mayoría no.

El portavoz del PP lo exponía muy acertadamente hace unos días, según decía el periódico Levante-EMV. Estamos hablando de la proyección futura de la ciudad sobre miles y miles de metros cuadrados y no se puede consentir que cada día salga un concejal del gobierno a decir lo que le plazca». Para desarrollar económica y socialmente la ciudad de Gandia se requiere por parte de quienes nos gobiernan liderazgo y unidad de criterio.

Gandia tiene que ser una ciudad moderna y con espíritu emprendedor, pues nuestras gentes lo son y nuestros empresarios también. Tenemos que diversificar y ampliar todos los sectores económicos que puedan proporcionar ese desarrollo, dinamizar los actuales y facilitar la instalación de nuevas actividades. No debemos ser nostálgicos y pensar que lo tradicional siempre fue lo mejor. Las cosas evolucionan muy rápidamente, tenemos que ser dinámicos y estar a la altura de las circunstancias y disponer de una amplia oferta de todo lo que exigen las nuevas generaciones, y sobre todo, para los miles de veraneantes y turistas que nos visitan y que contribuyen a crear y mantener muchos puestos de trabajo.

Pues bien, disponemos de una zona ideal para el desarrollo que queremos, con una ubicación perfecta para la expansión futura de nuestra ciudad. Todos sabemos que el Polígono Sanxo Llop reúne las condiciones apropiadas por su situación: vías de comunicación, proximidad al centro de la ciudad, playa y puerto, hospital y dos centros comerciales, además de un fácil y cómodo acceso para los habitantes de las poblaciones limítrofes. Un conjunto de valores para considerarlo el semillero de ese desarrollo deseado.

Si los políticos quieren consultar la opinión de los gandienses, participemos y démosles una lección de responsabilidad votando lo que realmente interesa a todos los ciudadanos.

Las ocasiones hay que aprovecharlas cuando se presentan, de otro modo otros las aprovecharán y luego nos lamentaremos. Nuestros políticos locales deben de tenerlo en cuenta y actuar unidos a la mayor brevedad. Es lamentable que solo piensen en los réditos políticos que puedan conseguir a la hora de tomar acuerdos. Deben aparcar sus diferencias y con toda honestidad pensar en lo que más interesa a Gandia. Los ciudadanos debemos exigirlo, y sobre todo los más jóvenes, que son el futuro y en los que hay que confiar. Tenemos que abrirles caminos y darles oportunidades para que se desarrollen y nos demuestren tanto su valía como sus ganas de progresar. Ellos nos lo agradecerán. Seguro.