El barco de alta velocidad con el que la naviera Trasmediterránea unirá el puerto de Gandia con el de Sant Antoni, en Ibiza, durante el próximo verano no solo trasportará turistas, sino que también irá cargado de ilusión. Por una parte, la que tiene el Ayuntamiento de Gandia porque el puerto de la Safor se convierta en el referente para todos los que pretenden desplazarse hasta la isla pitiusa, y, por otra, la que tienen los hoteleros, hosteleros y el resto de negocios del sector turístico de que esta conexión permita atraer visitantes y, por lo tanto, dinero.

De momento, la compañía ya ha dado una buena noticia. Según sus estimaciones que Gandia sea puerto de unión con Ibiza tendrá un impacto económico de unos seis millones de euros en los negocios de la playa.

Son cifras que se basan en los estudios que ha llevado a cabo la empresa basándose en la experiencia de cien años gestionando rutas marítimas entre destinos turísticos. Según explicó Olatz Megía, técnico de Turismo del Ayuntamiento de Gandia, esos seis millones de euros incluyen el gasto en bares y cafeterías, y también las pernoctaciones en los hoteles de la playa de Gandia. El estudio cifra en unos 50 euros el gasto medio por cada una de las personas que vendrá a Gandia para dirigirse a Ibiza, o viceversa.

De hecho, el horario de los trayectos en uno y otro sentido no están puestos al azar. El ayuntamiento confía en que, sobre todo en el barco que llega a las 21.30 horas al puerto de Gandia, haya muchos pasajeros que decidan pasar la noche en la ciudad antes de partir a sus lugares de destino.

Los hoteles ya se están moviendo también para ofrecer paquetes complementarios que puedan incluir excursiones de un día a Ibiza. Salir por la mañana, conocer la isla y regresar por la noche, e incluso la posibilidad de pernoctar en la isla pitiusa y regresar al día siguiente para proseguir las vacaciones en la costa gandiense.

En general, el sector ha acogido con satisfacción el anuncio de que el servicio iniciado la pasada Semana Santa tenga su continuidad durante el próximo verano.

Uno de los aspectos que más ha gustado es el hecho de que la naviera no se haya conformado con ofrecerlo solo durante los meses de julio y agosto. Así, los trayectos se iniciarán el 16 de junio próximo y se mantendrán hasta el 10 de septiembre para abarcar toda la temporada de mayor afluencia de turistas en la ciudad.

Desde el Ayuntamiento, por su parte, ven el barco como el logro más importante a nivel turístico de los últimos treinta años, y así quedó reflejado cuando las autoridades locales bendijeron este proyecto embarcándose en el primer trayecto a la isla

La prueba de la pasada Semana Santa tuvo un resultado positivo. Así lo expresó la empresa cuando anunció que apostaba por prolongar el trayecto durante el próximo verano. Sin embargo, los resultados globales de toda la temporada aún están por ver, y será después de septiembre, con los datos y los beneficios sobre la mesa, cuando Trasmediterránea adoptará la decisión de mantenerlo para años venideros y en qué condiciones.

La importancia del tiempo

En todo caso, esos seis millones de euros que Trasmediterránea prevé que reviertan en favor del sector turístico de la ciudad son una muestra del optimismo que ha despertado el servicio.

Una novedad importante que ha anunciado la naviera de cara a la nueva etapa de la conexión es la reducción de media hora en el tiempo del trayecto. En principio, se dijo que los pasajeros tardarían dos horas y media en cubrir la ruta. Sin embargo, en los primeros viajes llevados a cabo el pasado mes de abril se comprobó que el buque Almudaina 2 es capaz de cubrirla en solo dos horas.

Son treinta minutos menos de lo que en principio se pensaba, y es una reducción muy importante porque, en este tipo de servicios, cada minuto que se gana anima a más turistas a realizar la ruta. «Parece una tontería pero el hecho de que llegues a Ibiza en solo dos horas ya supone un paso muy importante. Te hace ganar tiempo», considera Olatz Megía. Precisamente el tiempo puede ser una de las bazas con las que cuente el puerto de Gandia para que los turistas que se desplacen a la «isla bonita» elijan la capital de la Safor como punto de partida, toda vez que, como apuntaban algunos de los primeros pasajeros la pasada Semana Santa, el barco que parte desde València en dirección a Ibiza tarda algo más de seis horas.

Gandia, por tanto, tiene por delante el reto de convertirse en el puerto de referencia para los viajes a la isla balear, algo para lo que compite con la ciudad de Dénia, puerto desde el cual hace ya muchos años se ofrece este servicio, por parte de la compañía Baleària. Desde la capital de la Marina Alta la ventaja también es el tiempo, dado que se tarda poco más de dos horas en realizar la ruta.

Este servicio cumple el anhelo histórico de un ayuntamiento, el de Gandia, en el que varios gobiernos locales han intentado unir la principal ciudad turística de la comarca con uno de los paraísos del Mediterráneo. En muchas ocasiones se anunciaron pasos en ese sentido, pero solo ahora aquel deseo se ha convertido en realidad.