Es muy probable que si alguien pregunta en Tavernes por Juan Almiñana Armengol muchos dirán que no le conocen, quitando de su familia y más allegados. La cosa cambia, sin embargo, cuando se añade su apodo, «Traca». Entonces, no hay nadie en el municipio que no le conozca. Es el sempiterno conserje del campo municipal de deportes de la localidad. Resulta difícil enmarcarle tanto a él como a su esposa e hijos en otro lugar de Tavernes que no sea el campo de fútbol.

Durante 36 años ha sido el encargado de velar por que todo funcione en las instalaciones deportivas. Entró como trabajador del Ayuntamiento de Tavernes cuando era alcalde Eduardo Bononad, actualmente concejal de EU-Acord Ciutadà, y edil de Deportes, Vicent Ciscar Blasco.

Durante muchos años, él solo se encargó de regar el campo de fútbol, pintar las rallas del campo (cuando aún era de tierra), hacerse cargo de la limpieza de los equipajes de todos los equipos, tener listos los balones para los entrenamientos y partidos, mantener las instalaciones, etc. En definitiva, era el hombre para todo que incluso gestionaba el bar del interior del polideportivo.

Con el crecimiento de las instalaciones, la construcción de un nuevo campo de fútbol, (Vergeret) y del pabellón cubierto, necesitó ayuda, pero él siempre se mantuvo en la plantilla de responsables de velar por el buen funcionamiento del polideportivo y del material que utilizan los clubes.

Más allá de su trabajo, «Traca» siempre ha destacado por ser una persona entrañable, cercana y muy amable con los centenares de niños y mayores que han pasado por la UE Tavernes o cualquier otra entidad que haya hecho uso de las instalaciones.

Nunca ha tenido malas palabras para quien le pedía un balón para jugar, o a niños que le buscaban para que les hinchara la pelota. En definitiva, este trabajador siempre estuvo listo para atender a los usuarios de las instalaciones.

En el pleno del Ayuntamiento del pasado lunes, la ciudad le rindió un homenaje. Tras casi 40 años de servicio entusiasta a Tavernes, «Traca» se jubila.

En el acto, los portavoces municipales de Compromís, PP, PSPV y EU-Acord Ciutadà, se deshicieron en elogios hacia la labor de un profesional que ha sido de todo en el campo municipal.

Al acto acudió toda su familia, amigos, compañeros del polideportivo y muchos conocidos, que quisieron acompañarle en ese día tan especial. Juan no pudo esconder la emoción que sentía, lo mismo que su esposa y tres hijos, las parejas de estos y sus nietos.

El alcalde vallero, Jordi Juan, le hizo entrega de una placa conmemorativa en medio de los aplausos de todos los asistentes que llenaban el salón de plenos. Juan Almiñana agradeció el gesto del consistorio y los aplausos que le dedicó el público.