Me sorprende el pronunciamiento de Més Gandia contra la voluntad de Ciudadanos de reclamar el retorno de la televisión pública. Voy a reproducir textualmente mis palabras en rueda de prensa: «desde Ciudadanos queremos mostrar nuestra predisposición, si el gobierno lo considera oportuno, a recuperar un canal de Televisión Local Pública, antes de terminar la presente legislatura», «el abaratamiento de los métodos técnicos de emisión y una estructura más sencilla en personal técnico, hacen posible que se pueda acometer», «sería una emisora sostenible económicamente, que permitiera recuperar la iniciativa comunicativa en la comarca».

Y me reafirmo, solicitamos al gobierno que la impulse cuanto antes porque no se entiende que una ciudad que ha sido pionera en televisión, con más de 25 años de proyectos con implicación institucional, esté dependiendo de operadores privados.

El cierre de Gandia TV por el PP, esgrimiendo el elevado coste económico, resultó ser la excusa perfecta para encubrir pagos mucho más elevados de dinero público a dos emisoras. Por cierto, se ha llevado a Arturo Torró a los tribunales y está pendiente de sentencia.

Entendemos que las formaciones que estamos de acuerdo con la injusticia que se cometió (PSPV, Més Gandia y Cs), y en la subsanación del error, hemos de optar, según nuestra propuesta, por simultanear la liquidación de Iniciatives Públiques de Comunicació (pagar las indemnizaciones a los extrabajadores) y avanzar en la consecución de la nueva televisión (como pasa actualmente en RTVV). El hecho de materializarse de esta manera depende de la voluntad política y la convicción firme de recuperar cuanto antes una televisión pública que fue referencia y modelo para otras televisiones.

No debemos condicionar un servicio público, como dice Més Gandia, a que sea una propuesta «que no li represente cap despesa afegida la ciutadania». ¿Presta muchos servicios el Ayuntamiento sin coste alguno? Pueden ser reacios a la petición de Cs, pero nosotros creemos que estamos en la obligación de plantearla. Sólo les ha faltado decir: la televisió pública, això no toca!

Cuando estamos en el camino de la estabilidad económica, el pago a proveedores se realiza de manera regular, hemos informado a los ciudadanos que en 2018 habrá una reducción de impuestos, y además consideramos que los presupuestos que acabamos de aprobar son los de la generación de oportunidades, ¿por qué no podemos marcarnos como propósito sentar las bases para que en 2 años pudiéramos recuperar la televisión de proximidad?

La vicealcaldesa Lorena Milvaques sabe a ciencia cierta, que materializar un proyecto de estas características tiene un recorrido administrativo tortuoso, pero de la misma manera cuando antes empecemos más pronto obtendremos el objetivo final. La inversión económica que lo haga posible dependerá del modelo de gestión que se decida aplicar. Nosotros queremos que se exploren todas las posibilidades que están funcionando en el panorama de la televisión local y se opte por la más eficiente para nuestra situación económica. Pueden ir, entre otras, desde la participación junto a otros ayuntamientos en el múltiplex de la TDT en la Demarcación de Gandia, a la emisión de contenidos en la red con canal propio, que mantenga la titularidad pública, pero cediendo la explotación a una concesionaria.

Para ello, es obvio que necesitamos de la Generalitat mediante la Secretaria Autonòmica de Comunicació y la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, porque es fundamental que podamos realizar una televisión más sostenible que las anteriores, como bien apuntó la alcaldesa Diana Morant. Nadie ha propuesto recuperar el modelo de Gandia TV, como tal. Hemos de ser eficaces en la optimización de recursos y plantear acuerdos de reciprocidad entre televisiones públicas para medidas técnicas y de contenidos.

Los partidos que podemos provocar la normalidad informativa con programas o retransmisiones que no realizan en las privadas por falta de interés comercial pero que sí son de interés general, hemos de acometerlo y desde la austeridad. Se haría justicia a la trayectoria comunicativa de la ciudad y a los ciudadanos que se beneficiarían de la pluralidad informativa, que saldría reforzada.