Aunque, oficialmente, el verano arrancó ayer, lo cierto es que la campaña propiamente dicha hace ya varias semanas que empezó. Eso lo saben bien los vecinos de la playa de Gandia, que cuando se acercan estas fechas empiezan a sufrir la llegada masiva de jóvenes ávidos de salir de fiesta tras un año estudiando o trabajando y ven cómo se multiplica de forma espectacular el número de despedidas en las calles y pisos de la zona costera.
Por ello, el Ayuntamiento de Gandia, a través de la Policía Local, ya ha puesto en marcha el dispositivo para luchar contra las prácticas incívicas que se repiten año a año sobre todo en los puntos de ocio de la playa. Lo hace aumentando la presión en aquellas zonas calientes, donde se concentra un mayor número de personas con coches con las puertas abiertas y la música a todo volumen, haciendo botellón o gritando.
Así, en los dos primeros fines de semana del mes de junio los agentes han impuesto 42 sanciones por el incumpliendo de la ordenanza de convivencia. Entre el 9 y el 11 se cursaron 10 multas por miccionar en la vía púbica, nueve por botellón y dos por coches-discoteca. Además se detuvo a una persona por una pelea.
Entre el viernes y el domingo pasado se abrieron cuatro expedientes sancionadores por escándalos en vivienda, dos por gritos en la calle, seis por botellón y, lo que más sorprende, la policía sancionó a ocho locales de ocio. Algunos de ellos por incumplimiento de los horarios de cierre y otros por molestias a los vecinos.
Sobre esta cuestión, el intendente de la Policía Local, Marc Cuesta, indicó que el departamento de actividades ha abierto varios expedientes de cierre de negocios por el incumplimiento reiterado de la ordenanza. Cuesta aclaró que, en la gran mayoría de los casos, se trata de establecimientos que no están asociados a ninguno de los colectivos que, durante el año, han estado trabajando de forma conjunta con el sector y el ayuntamiento estos aspectos. «Los que están en alguna asociación sí que cumplen», señaló tajante el jefe de la Policía Local.
Por su parte, Àngels Pérez, concejala de Seguridad Ciudadana, quiso dejar claro que no hay sitio en Gandia «para los que vienen a hacer daño a la ciudad y a su imagen». «No dejaremos que unos pocos arruinen el trabajo que se está desarrollando conjuntamente con todos los sectores relacionados con el turismo», señaló en la rueda de prensa de ayer.
Precisamente hoy está previsto que se celebre la Junta de Seguridad Local, donde se abordará el refuerzo de las plantillas de los cuerpos de la Policía Nacional, Local y Guardia Civil de cara a la temporada estival.
El objetivo del ayuntamiento es seguir aumentando la presión para que estas prácticas vayan despareciendo hasta quedarse en la mínima expresión. El año pasado se incrementaron en un 75% las denuncias por comportamientos incívicos en la calle, un 32% por ruido en las viviendas y un 35% por hacer botellón.
