Por mucho que un ayuntamiento invierta al año en mantener las infraestructuras públicas en un buen estado para intentar que no se degrade la imagen del municipio, nunca será suficiente si los que tienen la obligación de respetar lo que es de todos, los usuarios, los ciudadanos, no son capaces de cuidarlas.

Eso ocurre en Tavernes de la Valldigna, donde las acciones vandálicas ya desbordan al departamento de mantenimiento de infraestructuras, que no da abasto para reparar todo lo que algunos vecinos van destrozando.

Un caso que es como para echarse las manos a la cabeza es el del nuevo cerramiento metálico que rodea la pista deportiva de la zona de la Goleta de la playa. No hace ni un mes, los alumnos de la Escolla Taller instalaban esta valla que, además de hacer que se cumplan los horarios, permite que la pelota no salga disparada a varios metros de distancia cuando se está haciendo uso de la instalación para jugar partidos. Pues bien, el pasado domingo aparecía ya arrancada y tirada en el suelo una de las puertas de acceso a la pista deportiva.

Y no es el único caso de los últimos días. Hace unas jornadas, un concejal del Gobierno local, Josep Llàcer, publicaba la fotografía de una mesa de la zona del merendero del Clot de la Font, que es de piedra, y que había sido separada de la base.

Otro espacio que clama al cielo por la gran cantidad de actos vandálicos que sufre es el Parc del Cantalot. En ese lugar, el suelo acolchado de la zona de juegos infantiles ha sido arrancado. La concejal del área de mantenimiento urbano, Llum Sansaloni, denunciaba ayer, en conversación con Levante-EMV, que en esa misma plaza, inaugurada hace apenas cinco años, se ha llegado a sustituir el grifo de la fuente hasta en cinco ocasiones en solo dos semanas este año. «La poníamos y al día siguiente ya la habían roto», señalaba la edil visiblemente indignada. «Así que tomamos la determinación de dejar a los que lo hacían un tiempo sin fuente, a ver si así cunado la volvíamos a poner lo apreciaban más», apuntaba.

Con cierta resignación, la edil apuntó que «el tema del vandalismo, en Tavernes, es algo continuado e instaurado». Habla de destrozos en mobiliario urbano, papeleras reventadas, pintadas en edificios como la biblioteca o la Casa de la Cultura, desperfectos en juegos infantiles «porque los mayores hacen un mal uso», o entrada en la piscina cubierta a destrozar «todo lo que encuentran».

Estas prácticas se llevan a cabo de forma continuada «por parte de grupos de jóvenes que no valoran los recursos que son de todos los vecinos», señaló.

Ni la acción de la Policía Local, que está incrementando su labor para hacer cumplir las ordenanzas, detienen a estos vándalos. «En ocasiones hemos pillado a quienes lo han hecho, les hemos llevado ante sus padres y estos se han tenido que hacer responsables de pagar los desperfectos», explica Sansaloni. Sin embargo, «son más las ocasiones en las que no les pillamos que las que sí que les cogemos. La concejala hace el enésimo llamamiento al civismo de los ciudadanos. «Pido a la gente qe valore lo que tiene y la utilidad que le da a las cosas. Lo que no quieras para ti no lo quieras para los demás», reflexionaba la edil ayer.