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El Consell de Xiquets le pone deberes al alcalde de Bellreguard

El organismo de participación ciudadana reclama acabar con la N-332 por el interior del municipio y también mayor participación de los menores

Los niños y niñas que forman el Consell de Xiquetes i Xiquets, junto a los concejales del gobierno y la oposición. levante-emv

Quien diga que los niños no se preocupan por nada de lo que ocurre a su alrededor está muy equivocado. Una muestra son los menores que forman el Consell de Xiquetes i Xiquets de Bellreguard, un órgano de participación ciudadana que recoge propuestas que surgen tanto de ellos mismos como de sus compañeros de clase, a quienes representan, y las trasladan a los responsables municipales para que las analicen y, si es posible, las pongan en marcha. Hace unos días ponían punto y final al primer curso del Consell recogiendo en un documento las principales propuestas que han tratado a lo largo del año.

Lo que ha quedado claro es que sus preocupaciones son exactamente las mismas que los mayores. No en vano, su principal petición es la de sacar la N-332 del casco urbano de la localidad, una reivindicación que viene haciendo esta localidad desde hace décadas. Los pequeños también son conscientes de que su futuro será mejor si finalmente se logra acabar con el intenso tráfico que pasa cada día cerca de sus viviendas.

En segundo lugar, el Consell de Xiquetes i Xiquets piden que se lleve a cabo una campaña de concienciación para acabar con las deposiciones y orines de los perros de las calles, una cuestión que supone una preocupación y también una demostración de que las nuevas generaciones están cada vez más concienciados sobre estas cuestiones cívicas. Respecto al tema de los animales, el órgano también reclama la construcción de otro parque canino y el castigo de los comportamientos incívicos de los propietarios.

La tercera de las demandas de los niños y niñas es el aumento de la iluminación viaria en general y el problema de las farolas de la calle de Joan Coromines en particular. La cuarta, disponer de más paradas de autobús en el municipio y la quinta, una campaña de concienciación para promover la justicia social, la diversidad, la no discriminación o el respeto al medio ambiente.

Las peticiones de los niños apuntan también el mantenimiento en buen estado de aceras y calles, que se les consulte la programación de actividades culturales y de ocio durante las vacaciones escolares, repintar la señalización vial, más papeleras en la calle de Sant Miquel, la instalación de bancos en la entrada del Centro de Salud, una campaña de concienciación que no se desperdicie el agua coincidiendo con el Día Mundial del Agua, la instalación de espejos en los cruces con poca visibilidad, un nuevo tramo de carril bici que el conecte con el Ayuntamiento, colocar un buzón de denuncias en cuestiones de discriminación, una vivienda provisional para personas sin techo o desahuciadas, mejorar la seguridad del parque Joan Pellicer, instalar las porterías de la pista de la calle de Ausiàs March, ampliar la pista de skate, mantener las fuentes de agua del pueblo en buen estado o una campaña de concienciación de cara a Navidad para que se evite regalar juguetes adscritos a los roles de género.

Como se puede comprobar, se trata de cuestiones que demuestran que los niños están comprometidos en todos los ámbitos y que apelan al civismo, a la mejora de la justicia social y la solidaridad y la no discriminación.

El concejal de Participación Ciudadana, Àlex Ruiz, ha señalado que «acabamos el primer curso de un proyecto de participación ciudadana que ha dado voz a los niños, que han demostrado con el informe presentado que son un agente social más del municipio». Por ello, tanto el alcalde, Joan Marco, como los portavoces de los diferentes grupos municipales que forman la corporación municipal, felicitaron a las niñas y los niños por su labor y les agradecieron su implicación en el la labor de intentar mejorar la ciudad.

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