Sara Sanvíctor aceptaba la noche del pasado sábado el cargo de Fallera Mayor de Gandia para el ejercicio 2018. Emocionada, y como no podía ser de otra forma, respondía que «sí» a la tradicional pregunta realizada por la alcaldesa de la ciudad, Diana Morant, de si aceptaba el cargo que tanto había soñado. Lo hizo ante la atenta mirada de los presidentes, reinas, Corte de Honor, miembros de la Junta Local Fallera de Gandia, autoridades, familiares y amigos.

Sara, tras responder al requerimiento de la alcaldesa, se dirigió a a todos los asistentes para empezar explicando la «metamorfosis» que, según señalo, ha experimentado su vida desde que Telmo Gadea, presidente de la Federació de Falles, fue a su casa el mes de junio. «En pocas horas pasé de ser una persona casi anónima, a ocupar las portadas de los periódicos y revistas, a hacer entrevistas en prensa y radio, y fui tema de conversación de los y las gandienses», indicó ante un repleto salón de coronas del Palau Ducal.

«Mi rutina era de lo más tranquila», dijo. «De casa, al trabajo en Ontinyent. De la familia en Ollería, los amigos de Gandia. Una vida de una mujer cualquiera y, de repente ..., Bueno, ya sabéis el resto», afirmó la Fallera Mayor de Gandia en el que fue su primer acto oficial desde que fue elegida.

Cargada de humildad y sinceridad, Sara, que hace solo seis años que forma parte de la fiesta fallera en la comisión del Prado, señaló que «la Fallera Mayor es Sara, ahora hay que hacer que Sara se convierta en Fallera Mayor porque sólo cuando se den las dos transmutaciones estaré completamente preparada para la difícil tarea de representación que me han encomendado», indicó. Porque, a su entender, «representar a una ciudad como Gandia, capital de la Cultura, y a sus fallas, Patrimonio de la Humanidad, no es nada fácil».

Sara Sanvíctor dijo ser consciente de la dificultad de este cargo y, por ello, pidió que «si hay alguien que puede catalizar la transformación que espero conseguir, son ustedes: los presidentes, presidentas y reinas de Gandia, mi Corte de Honor, la falla del Prado, mi falla y la Junta Local Fallera. Sé que estoy en buenas manos y que puedo confiar en cada uno de vosotros: con vuestro empuje seguro que no puedo fallar».

Por eso, la Fallera Mayor de Gandia pidió el máximo apoyo de todos los falleros de Gandia. «Deseo vuestras abrazos y besos, sonrisas y miradas de complicidad. Hacedlo y veréis como la mutación de Sara será completa y se convertirá en la Fallera Mayor de Gandia que todos esperan».

Sara Sanvíctor también dijo ser consciente de que este año debe aportar mucho a las fallas de Gandia, motivo por el cual se comprometió a invertir todo su tiempo hasta el 19 de marzo, y más allá, en las fallas de la capital de la comarca de la Safor y para representarla como merece.

Por último, Sara Sanvíctor quiso dirigirse a la alcaldesa Diana Morant, «Este año, Gandia es el centro de la Comunitat Valenciana, el centro de las fallas del mundo, el centro de las fiestas internacionales y mediterráneas del fuego. Sabes cuando de bien hacen los falleros y falleras por Gandia, cuenta con nosotros para todo y que en 2018 sea un año para la memoria y el recuerdo de todos», indicó Sara.

La Fallera Mayor también tuvo palabras para Telmo Gadea, presidente de la Federació de Falles de Gandia. «Telmo, presidente, aquí tienes a Sara, la Fallera Mayor. Para todo lo que necesites de mí. Cumpliré esforzándome un 200%. No te arrepentirás».