-¿Habías pensado alguna vez que llegarías a ser embajadora de las fiestas?

-Fue un poco sorpresa. Nunca me lo había planteado y vino un día Lluís Gregori y me dijo que quería ser el capitán y que yo tenía que ser su embajadora. Acepté inmediatamente, sin pensarlo.

-¿Ha habido ya mucho de preparación a nivel personal?

-Tenemos mucho feeling y hacemos piña viajando a muchos sitios para ver otras fiestas para coger ideas y mejorar la nuestra. Ha sido un año para no aburrirse.

-¿Tenéis a punto el boato festero?

-Sí. La filà está muy involucrada en ello. Hemos creado una comisión para el desarrollo del boato que se ha pasado todo el año viajando y trabajando. Esperemos que salga todo perfecto y del agrado de todo el mundo.