?En Gandia han salido a la luz en los últimos años casos que claman al cielo, sobre todo por la tardanza en llegar a una solución.

En un edificio de la calle Alfauir, los propietarios, cansados de la inoperancia de la administración, llevaron el problema que sufrían con una vecina a los tribunales, que les dieron la razón y dictaron una medida cautelar que obligaba a la propietaria problemática a limpiar su piso. La señora hacía años que no salía de casa y acumulaba toneladas de basura en su interior. Además, según denunciaban los vecinos, no tenía ni agua ni luz y contaba con varios animales. Algunos de ellos murieron en la vivienda sin que sus cuerpos fueran retirados. Esto causaba malos olores, presencia de insectos en la escalera y el resto de viviendas. En un edificio de la plaza Alqueria de las Flores, un matrimonio sufrió durante más de seis años a un vecino con enfermedad mental cuyas necesidades caían a la casa de abajo porque había arrancado todo el mecanismo sanitario de los baños. La policía acabó sacándolo por la ventana para llevarlo al hospital porque se negaba a abrir la puerta. Solo así pudieron entrar a desinfectar, limpiar y arreglar las tuberías. Hace unos días era inhabilitado definitivamente e ingresado en una residencia pública.