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El COR anima a los pueblos pequeños a convertir su basura orgánica en compost

El Consorcio de Residuos sorprende con una iniciativa consistente en triturar y fermentar los residuos allí donde se generan - Señala que el modelo, que ya se aplica en Carrícola, con 90 vecinos, sirve para localidades de hasta 2.000 habitantes

Los municipios pequeños, de hasta 2.000 habitantes, deberían avanzar en un modelo de gestión que les permitiera, por una parte, separar los restos orgánicos del conjunto de la basura que generan y, después, aplicar un sistema de tratamiento para convertirlos en compost orgánico apto para los jardines y la agricultura.

Esa es la recomendación que acaba de lanzar el Consorcio de Residuos de la Safor, la Vall d'Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora (COR), al trazar su «hoja de ruta» sobre cómo deben gestionarse en un futuro las basuras urbanas.

Por sorprendente que parezca, la intención del COR es que los propios ayuntamientos pequeños se sumen voluntariamente a llevar a cabo ese proceso de autoaprovechamiento de los residuos orgánicos, y sugiere que, en los municipios de mayor tamaño, se aplique en algunos barrios donde los ciudadanos estén dispuestos a colaborar. Es obvio que, a gran escala, y en ciudades donde el COR gestiona las basuras, como Gandia, Ontinyent, Xàtiva u Oliva, esa «autogestión» de los residuos orgánicos para transformarlos en abono resultaría del todo inviable.

El COR señala que, para cumplir los objetivos de la ley que regula la gestión de las basuras en la Comunitat Valenciana, «busca una implantación gradual y progresiva de la recogida selectiva de biorresiduos, el fomento del autocompostaje y la construcción de nuevas instalaciones de tratamiento en áreas cercanas a la generación, minimizando así el transporte.

Lo que el COR plantea ya se está aplicando en dos municipios con dos modelos diferentes. Uno a escala de localidades muy pequeñas, como es el caso de Carrícola (la Vall d'Albaida), que cuenta con 90 habitantes, y otro en un municipio algo mayor, Ayora, que cuenta con 5.000 habitantes.

Partida de 150.000 euros

Para ir trabajando en este tipo de implantaciones, el COR cuenta con 150.000 euros aportados por la Generalitat, que contribuirán a la puesta en marcha en los municipios que así lo soliciten, y la colocación de un contenedor exclusivo para residuos orgánicos.

«Es necesario caminar hacia un modelo de recogida selectiva donde se valorice el residuo en las zonas próximas a su lugar de generación, y dentro de la medida de lo posible, reutilizarlo dentro de su ámbito de aplicación en la zona donde ha sido generado. Que se cierre el ciclo», señala el presidente del COR, Roger Cerdà, al referirse a esta iniciativa.

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