Una tarde de agosto. Una pareja se dispone a buscar un piso de alquiler para independizarse junta en Tavernes de la Valldigna. Empiezan a visitar inmobiliarias. Actualmente solo hay dos en todo el municipio, sin contar las de la playa, que se dedican, como es lógico, al alquiler vacacional. Su paseo apenas dura unos minutos, el mismo tiempo en el que se apodera de ellos la frustración. En los dos establecimientos han encontrado la misma respuesta: Prácticamente no hay viviendas para alquilar en Tavernes.

El motivo lo explicaban ayer a Levante-EMV los responsables de estos dos negocios. Javi García, de Immovall, apuntaba en dos direcciones. Por una parte, la alta demanda de alquiler que hay actualmente ante la imposibilidad de muchas personas de hipotecarse o el miedo ante la amarga situación que han atravesado muchas familias que han perdido sus casas por no poder hacer frente a los préstamos que suscribieron.

Además, añade otro motivo: «Muchos propietarios salen escarmentados de los alquileres. Pillan con inquilinos que no les pagan o que cuando se van dejan la vivienda en muy malas condiciones», explica. Por ello, sigue, «en muchas ocasiones prefieren tener el piso en venta y cerrado hasta que encuentren un comprador que alquilarlo». Eso a pesar de que, como indica este profesional del sector, «nosotros solemos filtrar a los posibles inquilinos». En esta inmobiliaria solo cuentan con un piso de alquiler. ¿Será que la gente prefiere el alquiler entre particulares para ahorrarse la comisión? Pues lo cierto es que prácticamente no se aprecian carteles de arrendamientos en las fachadas de las casas de la localidad como así lo reafirma el propio empresario.

Ximo Pons, de Inmobiliaria Euro, ahonda en la cuestión de la demanda. «La gente prefiere alquilar antes que comprar porque tiene miedo a hipotecarse, al contrario de lo que ocurría hace unos años, por eso hay tan poca oferta porque se busca mucho más el alquiler», indicaba.

Y así, a la pareja no le queda otro remedio que intentarlo por otras vías. Lanzar un mensaje a través de las redes sociales o preguntar entre amigos, familiares y conocidos. El boca a boca tampoco da los resultados esperados. Se tiende a pensar que, en la era de la conectividad, los que buscan alquilar su piso tienen a su alcance decenas de plataformas en internet para poner sus anuncios.

Lo cierto es que, si se realiza una búsqueda, las viviendas que hay disponibles en Tavernes pueblo son muy escasas y se repiten una y otra vez las mismas en distintos portales. Lógicamente, el asunto cambia cuando se trata de la playa, donde sí que hay muchos pisos disponibles en la red.

Otro de los problemas con que se están encontrando las inmobiliarias es que los potenciales inquilinos cada vez están dispuestos a pagar menos por el alquiler. «Aquí viene gente buscando arrendamientos por 250 euros mensuales y 300 ya les parece mucho», señala Javi García, de Immovall. Esta situación se produce pese a que el municipio cuenta con una urbanización con un gran número de viviendas como es el Vergeret, donde se ha instalado en los últimos años gran cantidad de gente joven. Es cierto que en esta zona de edificios también hay muchas viviendas en manos de bancos de propietarios que en su día fueron desahuciados.