Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Que no pare la música

Los clientes de Delta Discos rinden homenaje a Salvador Alvarado, su fundador, quien se jubila ?Un licenciado en Audiovisuales rescata la tienda y la traslada a la calle de la Delicada de Gandia

Un grupo de clientes asiduos posa ante la tienda en la despedida a Salvador Alvarado (en cuclillas, a la derecha). levante-emv

La semana pasada circuló por varios grupos de whatsapp la noticia: Delta Discos cerraba las puertas por jubilación de su dueño, Salvador Alvarado. Algunos de los clientes más asiduos de la única tienda de discos de la Safor quedaron para despedir a su proveedor favorito de música. Aunque en realidad la tienda se ha traspasado «in extremis» y el comercio seguirá con otra dirección y en otro local, la nostalgia se apoderó del grupo de amigos. Porque se han hecho amigos de tanto rebuscar, durante 36 años, en los estantes de la tienda, sita en la calle Francesc de Borja de Gandia.

«¿Te acuerdas de la tienda de la película 'Alta Fidelidad', de Stephen Frears?», pregunta Quique Polop, uno de los clientes. «Pues Delta Discos era igual, pero mucho más friki todavía», comenta entre risas. «Lo más chulo era pasar por la tienda y encontrarte a gente diversa, inventarte historias, penjollaes, como decimos nosotros». «Allí nos hemos reído muchísimo», asegura. Los últimos discos que ha comprado Polop en esta ya legendaria tienda son «uno del grupo The Metters, de 1968, y la banda sonora de la película 'Shadow' de John Cassavetes, de Charles Mingus».

Que cierre o se traspase un negocio no suele ser noticia, excepto si acarrea una pérdida sentimental para toda una generación de compradores. Porque en Delta Discos no sólo se hablaba de música: también de cine, de libros, de la vida. «Era muy divertido», comenta por su parte Suso Morant, otro de los asiduos. «En esta tienda he conocido a mucha gente, el Penjoll, el Pitu, el Sabata... Todos teníamos nuestro apodo». Morant hace memoria. «De los 2.318 CD que tengo, 1.500 los compré allí, y tengo otros 2.980 en vinilo». El último disco adquirido por Morant en Delta Discos ha sido «'Live in L.A.', de Jimmy Witherspoon».

Nuevos aires en la tienda

El dueño, Salvador Alvarado, se jubiló el pasado lunes, pero Delta Discos no desaparece. Un licenciado en Audiovisuales de 34 años, Valentín Bayón, se ha quedado con el negocio, aunque lo trasladará a la calle de la Delicada de Gandia, a escasos metros de su anterior ubicación. «Salva me dio la oportunidad y me he lanzado», dice el nuevo responsable, quien ya había creado una pequeña plataforma de venta por internet.

Pero, ¿todavía es negocio la venta en soporte físico? «No tanto como antes», responde, «y por ello se ha de complementar con la venta de productos de merchandising, y actividades paralelas como presentaciones de discos o de libros...». «Ahora hay que moverse mucho para estar en el mercado». Sus gustos musicales abarcan «el rock, heavy-rock, punk, blues, jazz... hasta la clásica», y reconoce que su criterio será «el mismo que ha tenido Salva, ver qué te piden los clientes, probar cosas nuevas, además de tener lo clásico».

Salvador Alvarado hace balance de estos 36 años de Delta Discos. «Es muy satisfactorio, con momentos críticos, como los primeros años, hasta que la gente comenzó a conocerme». «Y sobretodo la crisis de 2008, que se notó mucho», agrega. Ese año supuso un punto de inflexión. «La gente no tenía tanto dinero para comprar, y además comenzó la descarga masiva por internet». La crisis le obligó a despedir a su único empleado, Salvador Gil, «mi compañero y amigo».

En los años 80 y 90, varias tiendas de discos convivían en la ciudad. «Además de Delta estaba Boix, Musicola, Mengual, en Concret Llibres también vendían discos», recuerda Polop, quien todavía conserva su tocadiscos. «Yo tengo pocos discos, unos 700», indica, «pero amigos míos tienen miles, todos muy bien archivados y clasificados». «Es todo un mundo», concluye.

El vinilo ha vuelto para quedarse. «Hace cinco o seis años», apunta Alvarado, «tuve que rescatar del almacén los estantes para discos de vinilo, porque hay un resurgir de este formato». Bayón confirma el fenómeno. «A la gente joven le gusta lo retro». En septiembre, este joven empresario será el encargado de dar conversación, amistad y música a sus clientes. Porque Delta, más que una tienda, parecía un club. «Todos lo viernes», comenta Morant, nos tomábamos un vinito, charlábamos y nos reíamos, que es lo más importante». «Y lo continuaremos haciendo», asegura.

Compartir el artículo

stats