Tras un verano en el que apenas se había oído hablar del mosquito tigre, debido, en gran parte, al buen trabajo realizado durante el año para neutralizarlo, ha tenido que ser casi al final del mes de agosto cuando el Ayuntamiento de Oliva se ha visto obligado a intensificar el tratamiento contra estos insectos al detectar que, en los últimos días, eran muchos los vecinos que se quejaban de que estaban sufriendo un gran número de molestas picaduras.
Sobre todo en las redes sociales, algunos usuarios aseguraban tener hasta una docena de marcas provocadas por la picadura de estos insectos. El Ayuntamiento ha detectado que alrededor de las aguas estancadas con motivo de las últimas lluvias caídas, la pasada semana, en el municipio, se ha producido un incremento en la presencia tanto de mosquitos tigre como de la variedad común.
Esto, sumado el calor, ha favorecido el caldo de cultivo ideal para que se reproduzcan las larvas. Ante esta situación, el Departamento de Salud Pública olivense ha intensificado los tratamientos en todas aquellas zonas donde se haya quedado agua estancada, y también en acequias y balsas de riego en todo el término municipal.
Desde el Gobierno local recuerdan que el tratamiento del mosquito común es muy diferente del tratamiento del tigre. El primero, indican, se neutraliza fumigando las zonas más idóneas donde depositan las larvas, acequias, balsas, etc. Y el segundo el tratamiento se aplica directamente sobre las alcantarillas de las aguas pluviales.
Imma Ibiza, concejala de Salud Pública, ha hecho un llamamiento a la participación de la ciudadanía y recuerda que cada persona puede colaborar desde su casa para combatir el mosquito tigre haciendo caso a los consejos que se han ofrecido en infinidad de ocasiones: Controlar que no haya agua estancada en pequeñas cantidades en jardines y terrazas.
Por otro lado, desde el consistorio aconsejan a los vecinos de Oliva que sean «preventivos», si se está cerca de zonas próximas a humedales o aguas estancadas, «aplicarse un repelente o llevar vestimenta adecuada, como por ejemplo pantalones largos y mangas largas», señalan.
Desde el ayuntamiento recordaron ayer también que Oliva, su término municipal, es todo él «un humedal donde hay numerosas canalizaciones que llevan agua», Son acequias, «maneguetes», balsas, balsas de riego, «filas», etc. Debido a la sequía, muchas de las canalizaciones continúan teniendo agua, pero estancada, no corre con la misma fluidez que hace unos años y esto provoca, entre otros problemas, el caldo de cultivo favorable a la reproducción de los insectos.
El mosquito tigre se convirtió hace unos años en un auténtico problema social en la comarca de la Safor. Además del fuerte dolor que provocan, sus picaduras tienen otros problemas añadidos, y es que este insecto es vector de enfermedades como el «chikungunya» o el dengue. El pasado año, Gandia acogió un congreso sobre esta cuestión donde expertos hablaron sobre cómo llegó a España, su reproducción y tratamiento. Entonces estaba de actualidad el peligro por el virus zika, que procedía de Brasil.
