Equipado para no quemarse con el sol, el gandiense Rafa Muñoz baja de la furgoneta de la Cruz Roja que ha ido a buscarle a su casa. Es uno de los usuarios que, gracias a la ayuda de Caixa Popular, este año ha podido desplazarse hasta la playa para disfrutar del baño adaptado. Este servicio gestionado por la misma ONG que ofrece el salvamento en la costa gandiense, hace años que está en marcha. Sin embargo, este verano, por primera vez, un vehículo adaptado se desplazaba a la vivienda de aquellas personas con movilidad reducida que, debido a que sus recursos económicos se lo impedían, no podían hacer el desplazamiento hasta uno de los puntos accesibles.
Eso hacía que muchos de ellos no hubieran tocado el agua salada del mar desde hacía años. Es el caso de Muñoz que ayer, ante los medios, reconoció que «hace 20 años que no me podía bañar en la playa». El hombre, además, agradeció el buen trato «del personal de la Cruz Roja de Gandia» en la atención tanto a él como al resto de los usuarios.
Igualmente agradecido se mostraba José Escrivà, quien explicaba su caso. «Yo vivo solo y me resultaba imposible venir a la playa». Satisfecho por que, por fin, dispone de un medio para poder desplazarse hasta el mar, cree que «debería aumentarse todavía más», indicaba.
Lorena Donet, también usuaria con silla de ruedas, reconocía que estaba viviendo un gran verano porque «estoy disfrutando la playa más que nunca», Según explicó, «antes tenía que venir poco porque a mi familia le resultaba imposible acompañarme, este año vengo todos los días», indicaba muy contenta.
El servicio, pionero en la Comunitat Valenciana, por tanto, ha logrado el objetivo que buscaba: Que la playa de Gandia sea para todos y que nadie, por ningún motivo, pueda quedarse sin disfrutarla.
Ayer, los usuarios recibieron la visita de la alcaldesa, Diana Morant, quien acudió junto al presidente de Cruz Roja, Toni Martí, y el responsable de Relaciones Institucionales de Caixa Popular, Paco Alós. «Hemos estado hablando con algunos de los usuarios y nos han dicho que están muy contentos porque algunos de ellos hacía mucho que no veían el mar. Nos han comentado incluso que este servicio les da la vida y mucha alegría», señaló la alcaldesa.
Morant, a su vez, apuntó que «nosotros estamos aquí para facilitar y mejorar la vida de las personas y hacerlas más felices. Por todo ello, quiero dar la enhorabuena al presidente de la Cruz Roja de Gandia, Toni Martí, y también agradecer a la Caixa Popular su colaboración».
El presidente de Cruz Roja señaló que más de 200 personas se han beneficiado ya de este servicio, que tiene una capacidad para desplazar a tres personas al día.
Caixa Popular se encarga de hacer frente de los gastos mientras que son voluntarios de Cruz Roja los que dan su apoyo para desplazar a los usuarios desde sus viviendas, subirles a la furgoneta adaptada y acompañarles hasta el punto adaptado de la zona del hotel Tres Anclas de la playa.
Allí, profesionales de Cruz Roja introducen en el mar con las sillas anfibias a aquellos que quieran darse un baño. Una vez acaba la jornada de playa, la misma furgoneta les vuelve a llevar a sus viviendas. Desde la entidad recuerdan que algunas de estas personas no tienen ninguna manera de desplazarse a la orilla del mar por sus propios medios ni tienen a nadie que les ayude.
Desde Cruz Roja, Toni Martí agradeció el apoyo tanto del Ayuntamiento como de Caixa Popular, mecenas del proyecto.
Alós agradeció el trabajo «ejemplar» del Ayuntamiento de Gandia y Cruz Roja para ofrecer estos servicios «que no se hacen en otros destinos turísticos». A su entender, supone «un ejemplo de lo que apostamos desde Caixa Popular, el fomento de los valores de la igualdad. Gracias a este tipo de servicios a las personas ya no están encerradas en casa, aumenta su autoestima, mejora su calidad de vida», concluyó el representante de la entidad.
