Miembros de la Associació de Jubilats de Bellreguard participarán este curso escolar en un programa diseñado por el ayuntamiento de la localidad y el instituto Joan Fuster que está dirigido a alumnos que fracasan en el sistema educativo, corren el riesgo de abandonar los estudios y, consiguientemente, de entrar en un proceso de exclusión social.
El plan, denominado Aula Compartida, es el más ambicioso de cuantos la Conselleria de Educación ha aprobado en esta comarca dentro del cronograma de actuaciones para la mejora de la enseñanza en la Comunitat Valenciana.
Según explicaron ayer la concejala de Igualdad e Inclusión social de Bellreguard, Dora Salavert, y la directora del instituto Joan Fuster, Lorena Fluixà, los jubilados que participan en este proyecto compartirán una especie de aula-taller con la docena de alumnos que han sido incluidos.
Los jubilados aportarán a los adolescentes, de entre 13 y 14 años, sus conocimientos prácticos sobre distintos oficios, incluyendo la creación de un huerto de agricultura ecológica que se materializará en terrenos cedidos por el consistorio.
La idea, explica Lorena Fluixà, es que estos estudiantes conozcan profesiones y trabajos que, de una u otra manera, les puedan motivar para conseguir el objetivo básico, consistente en que no abandonen la formación y elijan qué quieren estudiar o en qué se quieren formar para el futuro.
La directora del centro de educación secundaria también señala que, si bien no es el único en la comarca de la Safor, este proyecto es uno de los más innovadores y ambiciosos de cuantos la conselleria ha autorizado en su plan de actuaciones para la mejora educativa.
Hoy mismo está previsto que se inicien las labores para disponer del huerto ecológico, un invernadero y una casa que los mismos alumnos podrán rehabilitar. Del seguimiento de todo el programa, así como de la parte teórica, se encargará el profesorado del instituto de Bellreguard, siembre dirigido a ofrecer una formación profesional básica que evite a los alumnos enfrentarse en un futuro al mercado laboral sin disponer de niguna competencia.
La concejala Salavert indicó ayer a este periódico su satisfacción por el diseño de este programa y por la participación de un grupo de jubilados que ofrecerán sus experiencias laborales como fontaneros, obreros, jardineros, imprenta o restauración. Salavert también recordó que esta actuación se engloba en el marco del Plan de Igualdad, Inclusión y Cohesión Social de Bellreguard que el ayuntamiento está desarrollando junto a otras asociaciones y entidades.
La concejala Dora Salavert y miembros del equipo directivo del instituto Joan Fuster se han reunido con los jubilados que aportarán sus conocimientos prácticos a los estudiantes, a quienes agradeció su implicación «en la solución de problemas» como el fracaso escolar y la exclusión social que comporta.
El alcalde, Joan Marco, añadió, por su parte, que, además de los jubilados, el programa cuenta con la complicidad de la Llar Juvenil y de algunas empresas, que también programarán talleres a los alumnos incluidos en esta iniciativa porque supone que las personas mayores dan otro paso en la responsabilización colectiva para que la educación ofrezca oportunidades y salidas para todos».
