El tramo final del río Alfadalí, situado al sur del casco urbano de Oliva, entre la carretera nacional 332 y su desembocadura en el mar, se ha visto gravemente perjudicado por un vertido ilegal que ha matado gran parte de la flora y la fauna que habita a lo largo de su recorrido.
El derrame del elemento contaminante se produjo a finales de la semana pasada y ayer el agua acumulada aún emitía un olor pestilente, con un aspecto fatal y la imagen evidente de que en esa situación se ha perjudicado gravemente el ecosistema del río a partir de su conexión con la Séquia Mare, de donde aparentemente procede el vertido.
Según ha podido saber este periódico, fue el mal olor lo que llamó la atención de residentes en la zona, si bien fue la brigada municipal de obras la que alertó a las autoridades. Enterado de lo sucedido, el pasado jueves el alcalde de Oliva, David González, ordenó el envío de una patrulla de la Policía Local para que, previa verificación del suceso, se abriera un expediente.
Eso mismo ha hecho la concejala de Medio Ambiente, Imma Ibiza, quien ayer señaló a este periódico que, pese a los rumores sobre el posible vertido de una cuba de tratamientos agrícolas, no se tiene constancia de ello. Por ese motivo, y tras verificar que no procede de las empresas de la zona, ha ordenado un completo análisis del agua putrefacta que, seguramente, permitirá averiguar de dónde procede, algo que en estos momentos se desconoce.
Ibiza no ocultó su sorpresa por la gran cantidad de agua contaminada que ha acabado en esos cauces, calificó de «desastre total» las consecuencias sobre esos medios fluviales y trasladó la información tanto al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona), competente para investigar lo sucedido, como a la Conselleria de Medio Ambiente y a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), todos ellos con competencia para actuar.
Pese a que algunas personas aseguran que vieron cómo se vaciaba en ese lugar una cuba con productos de tratamientos agrícolas, lo cierto es que nadie advirtió de eso ni al ayuntamiento ni a ningún otro organismo oficial. Además, la gran cantidad de agua contaminada induce a pensar que una cuba no habría sido suficiente.
«Lo que allí se ve es realmente muy escandaloso», concluyó Imma Ibiza, quien se mostró dispuesta a llegar hasta el final, determinar la responsabilidad de lo ocurrido y tomar las medidas para que no vuelva a ocurrir.
Además del Gobierno local olivense, también el PP se ha interesado por este lamentable suceso y ha pedido que se investigue lo sucedido.
