Asensio Llorca ha decidido poner fin a su ciclo político como alcalde de Miramar. Y no es poca cosa si se tiene en cuenta que se trata de la primera autoridad municipal que más tiempo lleva en el cargo en la comarca de la Safor. Llorca, del PSPV-PSOE, fue concejal entre los años 1987 y 1991. A partir de las elecciones de ese año encabezó la candidatura socialista y consiguió la mayoría absoluta en la corporación en las siete convocatorias que ha habido desde entonces. Cuando en junio de 2019 abandone el despacho de alcaldía habrá cumplido 28 años dirigiendo el municipio. En esta comarca nadie ha acumulado tanto tiempo en un cargo político de esa relevancia.

Además de alcalde, Llorca ha sido representante en otras instituciones, como la Mancomunitat de la Safor o el Consorcio de Residuos, pero su intervención en esos y otros organismos siempre ha sido secundario respecto a la dirección del municipio. En 2011 su partido le situó como candidato al Senado, una aspiración que no consiguió.

El lunes de la semana pasada Llorca convocó a los militantes socialistas de esta localidad y les comunicó que había adoptado la decisión de no seguir como alcalde. Lo hizo cuando queda año y medio para que se convoquen las nuevas elecciones, un cálculo que se interpreta como mensaje claro para que los socialistas de Miramar se prepararan de cara a esa cita.

Dicho y hecho. Cuatro días después los mismos militantes elegían a su sucesora como cabeza de lista. No han tenido que buscar muy lejos. Se trata de Pilar Peiró, que es concejala desde hace 14 años y que ejerce como número dos del consistorio. En la actualidad ostenta el cargo de portavoz socialista y responsable de Turismo y Cultura.

«Es el momento oportuno»

«He querido que los ciudadanos sepan que no me voy a presentar y he considerado que es el momento oportuno», dijo ayer a este periódico cuando se le cuestionó de por qué ha dado ese paso justamente ahora.

Sobre la premura a la hora de que los socialistas de Miramar eligieran a su sustituta, a la vista de que faltan dieciocho meses para las elecciones, Llorca indicó que, con ese gesto los militantes de la localidad buscan dos objetivos. En primer lugar «que se conozca» a la futura candidata a la alcaldía y, en segundo lugar, «que quede claro que, por encima de las personas, está el proyecto político» que ha defendido para Miramar.