David Bisbal ofreció la noche del pasado domingo el que fue el único concierto de un artista de renombre de la Fira i Festes de Gandia de 2017.

En el patio del instituto Maria Enríquez el artista almeriense interpretó durante dos largas horas las canciones que ha incluido en el repertorio que prácticamente estrenaba en este escenario y en el que también mezclaba temas de su último disco, «Hijos del Mar» y otros muy conocidos de sus 15 años de carrera.

El espectáculo tuvo dos partes bien diferenciadas. En la primera, el «extriunfito» ofreció sus canciones más melódicas, con baladas que corearon los miles de fans que acudieron al concierto de la ciudad ducal.

Desde el primer momento Bisbal conectó con el público y se mostró muy contento de regresar a una ciudad «que siempre me da mucho cariño», dijo. De hecho, no dudó en colgarse al cuello una senyera que le lanzaron desde abajo y que luego colgó en el escenario hasta el final del recital.

En la segunda parte salió el Bisbal más enérgico. Interpretó sus canciones más movidas, incluyendo temas que le lanzaron al estrellato como Ave María, Torre de Babel o Al Andalus, y su último single, Fiebre.

Para el final del concierto el almeriense tenía preparada una sorpresa. Cerró con la canción Bulería, pero en versión techno, lo que le imprimió aún más fuerza de la que ya tiene ese tema.

Además de su derroche de sensibilidad y energía por igual, el concierto también destacó por el gran montaje de luces y sonido que acompaña al cantante y a los músicos, con imágenes de vídeo intercaladas que el clima en cada canción fuera absoluto.

Bisbal, como es habitual allí donde actúa, movió a cientos de fans que, para poder situarse cerca del ídolo, llegaron a pasar dos noches a las puertas del lugar donde actuaba y entrar antes que nadie al concierto.