Si el ministro de Fomento cumple su último compromiso, pronunciado anteayer en València, la duplicación de la vía férrea entre Gandia y Cullera llegará mucho antes que la prolongación del tren hacia Oliva y Dénia.

Íñigo de la Serna, que se reunió con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y con el delegado del Gobierno de España en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, aseguró que entre los 800 millones de euros que el Gobierno va a poner para mejorar la red de Cercanías de Renfe de València, 80 se reservan para esa duplicación.

El anuncio, sin embargo, llega sin fecha. No solo porque el ministro no entró en ese detalle, sino porque, todavía más importante, esa actuación ni siquiera tiene proyecto redactado, y se trata de una obra que en absoluto se presenta fácil.

A la vista está que para duplicar la línea férrea entre las estaciones de Cullera y de Gandia existen dos escollos que, en este momento, nadie sabe cómo se superarían. El primero es el núcleo urbano de Xeraco, donde existe un túnel de casi un kilómetro de longitud por el que se instaló vía única. Atendiendo que sobre ese agujero se sitúan las viviendas, no se descarta que, en esa localidad, se tuviera que desviar la línea ante la imposibilidad de abrir la calle para ampliar el túnel.

Abrir la calle Perú de Gandia

Peor es el escenario físico cuando se observa la ciudad de Gandia, donde el túnel ferroviario que conduce a la estación subterránea también es de vía única y, en superficie, existen decenas de grandes edificios a uno y otro lado de la calle Perú. Aun en el hipotético caso de que técnicamente sea posible, situar una vía paralela bajo el suelo supone una obra con una enorme afección sobre la trama urbana de la capital de la Safor, al margen del elevadísimo coste económico que representaría.

Técnicos consultados por este periódico señalan que, si el proyecto concluyera que, para duplicar la vía férrea se tienen que duplicar también ambos túneles, no serían suficientes los 80 millones de euros, e incluso dudan de que hoy en día se pueda acometer una actuación de esa envergadura.

Después de las reivindicaciones de la Generalitat Valenciana, el ministro Íñigo de la Serna explicó, refiriéndose a la red de Cercanías de València, que los técnicos de su departamento «han avanzado mucho sobre las líneas y necesidades», y refiriéndose al tramo de vía única desde Cullera a Gandia, reconoció que se trata de un tramo «que necesita una mayor capacidad» para dar respuesta al intenso tráfico ferroviario que se produce.

El servicio de trenes de Gandia, el más importante por el número de viajeros de toda la zona de València, contempla el tránsito de más de noventa convoyes cada día en ambas direcciones, a veces con frecuencias de paso de unos pocos minutos. En el tramo de Cullera a Gandia, los trenes tienen que esperarse en las estaciones, lo que limita las prestaciones de la línea, especialmente cuando se produce una avería o un retraso, dado que eso afecta al resto de los convoyes que circulan en ambas direcciones.

Presentación en un mes

Si bien no hay fecha para la obra, el ministro de Fomento sí dijo que a lo largo del próximo mes de noviembre estará en disposición de presentar los proyectos, incluyendo el que afecta a Gandia, que se ejecutarían en un plan a largo plazo con la inversión total de 800 millones de euros.

Íñigo de la Serna vinculó esa obra «a otra infraestructura» que no citó pero que sin duda es la prolongación de la línea férrea hacia Oliva, Dénia y Alicante en lo que se ha denominado como Tren de la Costa, infraestructura que va para muy largo y que obligaría a una inversión de centenares de millones de euros.

Refiriéndose al desdoblamiento de la vía férrea Gandia-Cullera, el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, dijo ayer que se trata de un tramo de 26 kilómetros y que «se verán beneficiados los más de 7.000 viajeros diarios que se suben al tren en Cullera, Tavernes de la Valldigna, Xeraco, Gandia y Platja de Gandia, ya que habrá mayores frecuencias, reducción del tiempo de trayecto y mayor seguridad».