Un grupo de vecinos de Oliva ha pedido al ayuntamiento que instale protecciones en el tramo de carril bici que transcurre entre el camión Pont de Bolo y la zona del restaurante l'Àncora, en la playa. Se trata de un punto muy utilizado por ciclistas, pero también por peatones, que prefieren hacer uso de este espacio que se encuentra asfaltado. Lo que ocurre es que este carril bici se encuentra al lado de una carretera muy transitada por coches y entre los dos viales no existe ningún elemento separador, lo que incrementa el peligro para los que utilizan el carril bici.

Desde el gobierno municipal el concejal de Disciplina Urbanística, Vicent Canet, reconoció que desde su departamento se está estudiando qué tipo de elementos serían adecuados para ubicar en ese punto. «Esta sería la solución más rápida y precisa, mientras llega la definitiva de la urbanización de la zona», indicó en conversación con Levante-EMV.

Por el momento, el gobierno ha recomendado a las personas que habitualmente transitan por este espacio, que utilicen la vía verde paralela a esta carretera, que circula junto al Vall de les Fonts, donde los vehículos que transitan van mucho más lentos al ser un camino que no se encuentra asfaltado, por lo que ofrece mayores garantías a las personas.

La solución definitiva llegará con la urbanización del tramo pendiente de la entrada de la playa de Oliva, donde se plantea mover el trazado definitivo más hacia el sur, quedando el actual tramo prácticamente como peatonal, lo que dará seguridad casi total a las personas que circulan por esta zona.