La Conselleria de Educación realizará a partir de ahora un informe técnico al mes que determine con garantías la estabilidad del colegio Francesc Carròs, de la Font d'en Carròs, para garantizar la seguridad de todos los escolares y el personal que allí trabaja.

Ese es uno de los puntos a los que se ha comprometido la Generalitat tras la manifestación de 206 personas que, en cuatro autobuses, se desplazaron de la Font a la sede de la Conselleria de Educación, en València, para exigir soluciones inmediatas al grave estado de deterioro del centro y, si así se estima, decidir que los niños vuelvan a sus clases, algo que no hacen desde el pasado martes.

La concejala de Educación de la Font, Celia Escrivà, que acudió a esa protesta en calidad de autoridad pública y también como madre de escolares, indicó a este periódico que fueron tres los altos cargos de la Conselleria de Educación quienes recibieron a una delegación compuesta por nueve personas de la Font. En el transcurso de la reunión, que duró cerca de una hora, los padres y el Ayuntamiento fontero exigieron, en primer lugar, garantías de la estabilidad de la estructura del colegio, construido en 1961. Así, la Generalitat comprometió informes técnicos mensuales, de manera que, si se detecta una aceleración o agrandamiento de las grietas u otras deficiencias, se optaría por cerrar definitivamente el inmueble.

La concejala Escrivà y los representantes del AMPA dejaron claro a los responsables de la Generalitat que exigirán claridad en esos informes porque «no nos fiamos de dejar a nuestros niños en el colegio».

En segundo lugar, la Conselleria de Educación permitirá que sea el ayuntamiento el que, la próxima semana, proceda a las labores de reparación de la grieta aparecida hace quince días en el aula de sexto de Primaria. Esa circunstancia obligó a evacuar el espacio y fue, además, el detonante de las movilizaciones y las protestas.

Y, en tercer lugar, la Generalitat se ha comprometido a poner en un lugar prioritario la construcción del nuevo colegio, que está proyectado desde hace años. Según la concejala Escrivà, en el momento en que el Gobierno autonómico apruebe el decreto que anunció hace unas semanas, pasará al Ayuntamiento de la Font d'en Carròs la tramitación del expediente de obras, de manera que, si es posible, puedan iniciarse a finales del año que viene. Eso supone que se acortaría en unos meses el tiempo, de casi tres años, necesario para terminarlo y poder inaugurarlo.

Con todos esos ingredientes, ahora serán los padres y el ayuntamiento los que, previo debate de todo lo sucedido y las promesas recibidas, decidirán si el lunes próximo los alumnos vuelven al colegio, y en qué condiciones, o si exigen lugares más seguros en los poder estudiar.