La gran mayoría de los ayuntamientos de la comarca de la Safor que cuentan con edificios educativos pendientes de construir o reformar han confirmado su adhesión al programa Edificant que va a poner en marcha la Conselleria de Educación. Este plan pretende acelerar los trámites para desbloquear las obras que el departamento que dirige Vicent Marzà incluyó en el mapa de infraestructuras educativas presentado al principio de la legislatura y que pretendía acabar con la precariedad que sufren muchos ayuntamientos en sus colegios e institutos. Este proyecto está atascado y el conseller pretende ceder las competencias a los consistorios para acelerar los trámites.

La conselleria va a mantener más de 150 reuniones con los alcaldes de aquellos municipios que se encuentren en la relación para explicar bien los trámites a seguir y conocer su intención de adherirse. De la comarca de la Safor, el primero en acudir ha sido el alcalde de la Font, Pablo Puig, cuya situación es de las más graves al verse obligados los niños a tener que abandonar el edificio por su mal estado.

Puig confirmó que su ayuntamiento sí que se va sumar al programa. En la reunión se le explicó que el Consell cederá a las administraciones locales las competencias para la redacción del proyecto (en el caso de la Font actualización) licitación y ejecución de la construcción y dirección de obra. También le informaron de que los técnicos municipales deberán elaborar una memoria en la que se recoja un coste previsto del proyecto. Este documento será enviado al departamento de Educación, que estudiará si la valoración económica entra dentro de los parámetros establecidos. Si es así, mediante una resolución del propio Conseller Marzà ya se cederá las competencias a los consistorios para ejecutar las obras.

En el caso de la Font, su alcalde espera que, si todo va según lo previsto, las obras puedan iniciarse tras el verano de 2018. Mientras Marzà no firme el decreto, el municipio no puede avanzar en casi ningún trámite. Si bien, en lo único que están trabajando es en la actualización del proyecto, que ya estaba redactado, para adaptarlo a la nueva normativa.

Aunque aún no ha habido reunión con el conseller, en el caso de Gandia, el Ayuntamiento también ha anunciado que se adherirá al programa presentado hace unas semanas por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. En este caso, lo hace para asumir la construcción del colegio Les Foies, actualmente en barracones en su totalidad, y la ampliación del IES Ausiàs March aprovechando el solar del antiguo cine Bulevar.

También Tavernes de la Valldigna afrontará los trámites para la reforma del IES Jaume II «El Just», según confirmó su alcalde, Jordi Juan.

En el caso de Xeraco, el Gobierno local se acoge a Edificant pero esperará a conocer más en profundidad en que estado se encuentra el proyecto de unificación de sus colegios para saber en qué medida. «Si la redacción ya está licitada, asumiremos la parte de la ejecución de la obra y, si no lo está, nos haremos cargo de todo», indicaba ayer la concejala Jacinta Rubio.

El alcalde de Palmera, Álvaro Català, cuyo colegio se ha quedado tan pequeño que los alumnos se ven obligados a ir a otros edificios en ciertas clases y para salir al patio van al polideportivo, aún no tiene cita para la reunión pero también se suma al programa. En este centro, además, se tiene que utilizar el 'hall' como un aula más por la falta de estancias.

En Piles, su primer edil, David Morant, quiere esperar a la reunión del próximo 13 de diciembre para conocer las condiciones del plan y, entonces, decidir si se acoge o no. El problema del colegio en Piles viene desde hace más de dos décadas. Lo más grave es la falta de espacio, que obliga, entre otros, a tener que usar el comedor en dos turnos, y la falta de accesibilidad. El patio se ha quedado pequeño por los barracones.