La empresa que hace ocho meses paralizó las obras consistentes en la remodelación integral del colegio Cervantes de Gandia retomará esos trabajos en lo que queda de semana o, a lo sumo, la próxima. José Manuel Prieto, concejal de Contratación del Ayuntamiento de Gandia y presidente de la Junta de Distrito de Corea, donde se sitúa este colegio, confirmó ayer a este periódico que se firmado el acta de replanteo que permite reiniciar el proyecto, adjudicado a la empresa Ferrovial por cerca de tres millones de euros.

La del Cervantes es otra de esas interminables historias de nunca acabar para que los colegios públicos estén en las condiciones que exige una educación del siglo XXI. Tras años de reivindicaciones que no fueron atendidas, el anterior Gobierno local del PP anunció que la rehabilitación integral se financiaría con el Plan Confianza de la Generalitat y que los trabajos se iniciarían en 2013.

En vez de eso, las obras no arrancaron hasta la primavera de 2016, ya con el nuevo Gobierno del PSPV-PSOE y Compromís, y poco después los técnicos detectaron que la cimentación del viejo edificio tendría que reforzarse para garantizar la seguridad de la nueva estructura, lo que llevó a paralizar las obras y, como es obvio, a modificar el proyecto.

Subsanada esa cuestión, y atendiendo a que no hay problemas para aportar los tres millones de euros que cuesta, ahora se espera que se cumplan los plazos para terminar y poner en funcionamiento el nuevo colegio. No hay fecha, pero los más optimistas confían en que eso pueda ocurrir a principios del próximo curso o, a lo sumo, antes de la Navidad.

Mientras eso ocurre, todos los escolares del colegio Cervantes están reubicados en aulas prefabricadas situadas en un solar municipal junto al cuartel de la Guardia Civil, el mismo lugar en el que estaban los niños y niñas del colegio Botànic Cavanilles mientras se construía el colegio.

En ese mismo solar estaba prevista la construcción de un complejo urbanístico con centro comercial, párking en altura y un área polideportiva pública en la terraza, pero esa actuación ha quedado descartada.