Los buenos datos del paro de los últimos meses y años en la comarca de la Safor esconden una cuestión cuanto menos preocupante. El mercado laboral no trata del mismo modo a los hombres que a las mujeres. De hecho, solo hay que fijarse en las cifras el mes de octubre para adivinar la tremenda desigualdad que existe entre los dos géneros, cuando se supone que la sociedad actual ha dado grandes pasos en este tema.

El pasado mes se generaron, según las estadísticas que ofrece el Servef, un total de 11.006 contratos. De estos, apenas el 38%, es decir, 4.006, fueron para mujeres. Por contra, un 63,8%, que implican 7.054 en números absolutos, llevaban estampada la firma de hombres.

Aún hay más. Los datos que ofrece el servicio valenciano de gestión del empleo sobre el estado del paro del mes de septiembre, tras el verano, arrojan una importante diferencia entre demandantes hombres y mujeres. Ellos suman 6.233, mientras que ellas alcanzan la cifra de 8.267. Pese a esa disparidad, queda más que corroborado que las empresas apuestan más por contratar hombres que mujeres.

Esa misma desigualdad se aprecia también en los datos del paro del pasado mes de octubre, conocidos hace unos días. En la comarca de la Safor bajó en 334 personas. De estas, 261 fueron hombres (79,9%), mientras que mujeres apenas hubo 73 (21,1%) que dejaron de constar en las listas de demandantes del Servef.

Estos no son los únicos indicadores que reflejan esa gran brecha que existe entre géneros en el mercado de trabajo. También la Encuesta de Población Activa (EPA) referente a la comarca de la Safor arroja datos poco alentadores. El tercer trimestre, la tasa de paro entre los hombres era del 20,65%, mientras que la de las mujeres ascendía hasta el 22,08%. Pero es que la diferencia era aún mayor entre marzo y junio de este año, cuando los porcentajes eran del 23,5 por 18%.

Por otra parte, la evolución de la EPA de los últimos años demuestra que los dos géneros no se están recuperando de la crisis que ha sufrido el país de la misma manera.

Hasta el segundo trimestre de 2014, la tasa de paro que registra la Encuesta de Población Activa era más alta para ellos, con bastante diferencia de hecho. A partir de ese año empezaron a mejorar las cifras del desempleo en general, en España y en la comarca, y fue entonces cuando, poco a poco, cambió la tendencia y se fue creando una brecha en contra de las mujeres, que se ha ido agrandando con el paso de los meses.

Así, se puede observar cómo, en tres años (2014-2017), la tasa de paro ha bajado en ocho puntos en el caso de ellos (del 28,6% al 20,6%), mientras que la de las mujeres se queda en apenas un 4,5% (del 26,5% al 22%). Por tratar de buscar algún dato positivo de estas desalentadoras estadísticas, cabe destacar que el desempleo que registra la EPA en el tercer trimestre del 2017 entre las mujeres es el más bajo de, al menos, último lustro.