El Ayuntamiento de Oliva, autor de errores administrativos o políticos que le han causado numerosos perjuicios en los últimos años, ha tomado conciencia de la necesidad de disponer de un cuerpo funcionarial y técnico lo suficientemente numeroso y preparado como para que esas situaciones se den lo menos posible.

Como ayer publicaba este periódico, el último de esos errores ha sido comenzar las obras de ampliación del cementerio municipal en unos terrenos que se pensaba que eran públicos pero que son privados. El propietario, obviamente, ha protestado y ahora se tendrá que llegar a un acuerdo con él o pagarle la indemnización que se determine.

Para Oliva, eso ya no supone una anécdota. Ayer el concejal portavoz de Proyecto Ciudadanos Oliva, Blai Peiró, recordaba varias de las situaciones que, por errores u olvidos técnicos o políticos, han acarreado graves problemas al consistorio. Así, Peiró citó la «mala tramitación» del expediente de la urbanización Aigua Blanca IV, que supuso la paralización de las obras durante cerca de diez años y todavía hoy está inconclusa. La «anormal tramitación» que supuso la paralización de las obras del nuevo trinquet de pilota durante más de 6 años, «por estar planteado el proyecto de obra sobre terrenos que tampoco eran del ayuntamiento, sino de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana». O la imposibilidad de dar por acabada la urbanización de Canyaes I porque se tramitó sin el Plan Parcial. Y concluye recordando que también errores u olvidos técnicos y políticos han afectado a los trámites para modificar del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del municipio o han imposibilitado que este año se den ayudas a clubes y deportistas locales porque se ha llegado tarde en la tramitación de expediente de subvenciones. Todo ello se ha producido con distintos gobiernos locales, y Blai Peiró añade que en todos los casos «sin exigir responsabilidades a quien corresponde».

Por ese motivo, el portavoz de Proyecto Ciudadanos, grupo que forma parte del Gobierno local, planteó ayer la necesidad de «una reforma seria del funcionamiento de la Administración Local» porque, al final «a quienes perjudican gravemente estas situaciones es a los ciudadanos de Oliva».

Peiró ya ha solicitado al alcalde que, antes de abrir posibles expedientes disciplinarios, se tramiten otros de carácter «informativo» con el fin de calibrar si realmente ha habido una actuación negligente o irresponsable. Y, en segundo lugar, solicita que todos los grupos municipales participen desde ahora mismo en las gestiones «para llevar a cabo una reforma seria» de Administración local de Oliva y, como apuntó anteayer el propio alcalde, David González, ampliar la plantilla de personal.