Proponen sancionar a una 'filà' de Oliva por una petición de mano en el desfile cristiano

Los controladores del desfile, personas externas a la Federació de Moros i Cristians de Oliva que se dedican a comprobar que todo transcurra según lo previsto, han elaborado un informe en que proponen se sancione a la «filà» al considerar que esta acción provocó que la marcha normal del acto se viera alterada.

Todo ocurrió, según cuentan sus protagonistas, José Maria y Blanca, al final de la entrada, justo cuando el grupo al que pertenecen había superado todo el recorrido y la escuadra de mujeres se había disuelto. En ese momento, el hombre captó la atención de los centenares de vecinos y visitantes que se encontraban siguiendo el desfile como público, se arrodilló y sacó de su espectacular traje el anillo de pedida ante la estupefacción de la chica y de muchos de los presentes.

Antes, José María había actuado como jefe de escuadra, dirigiendo a su grupo durante todo el desfile, y su pareja formaba parte de la de mujeres integrado en la misma entidad.

Aquella acción quedó como un recuerdo bonito para la pareja. Esta semana, la «filà» Jaume I recibía el informe elaborado por la Comisión de Control en el que se proponía una sanción de 100 euros al estar tipificada esta acción como un hecho «grave».

Amigos de la pareja, indignados con esta decisión, abrieron un hilo en las redes sociales que rápidamente se llenó de decenas de mensajes de apoyo en los que la gran mayoría de participantes se mostraban excesivamente molestos por una decisión que consideraban desproporcionada ante una pedida, que, en ese momento, causó un gran revuelo por lo original de la iniciativa.

Fuentes consultadas por este periódico reconocen que existe un reglamento elaborado por parte de la Federació de Moros i Cristians de Oliva que tipifica una serie de penalizaciones si se llevan a cabo comportamientos que se consideran impropios durante los coloridos y preparados desfiles. Sin embargo, aclaran que la acción se llevó a cabo «al final de la entrada», concretamente a la altura del Mercat Municipal de Oliva, y que no entorpeció el transcurso normal de quienes llegaban por detrás.

La «filà» recurrirá

El informe que elabora la Comisión de Control de las entradas mora y cristiana de Oliva se eleva en primera instancia a la Ejecutiva de la Federació de Moros i Cristians, que es la que organiza todos los actos del año pero que nada tiene que ver con la propuesta de sanción. Es esta entidad, sin embargo, la que debe resolver en última instancia si finalmente se ejecuta esa petición o si, de lo contrario, se atienden las posibles alegaciones que pueda presentar la «filà» afectada, que por cierto ostentará la capitanía cristiana en las fiestas del próximo año.

Sergio Bañuls, presidente del colectivo que aglutina a todas las «filaes» de la ciudad, explicó ayer, en conversación con Levante-EMV, que «hechos de este tipo se producen continuamente, luego las filaes recurren y nosotros no tramitamos la sanción, que es lo que más probablemente ocurrirá en este caso». Para ello, matizó «la entidad debe presentar alegaciones, algo que de momento no ha hecho». Bañuls se mostró molesto por el revuelo generado en las redes sociales en este asunto e insistió en que las personas que proponen estas sanciones son externas a la Federación que preside.

Obviamente, la Jaume I tiene previsto presentar un recurso y confía en que se escuche su petición de no ser sancionados por algo que consideran injusto.

La pareja, consultada por este periódico, no ha querido pronunciarse más sobre el asunto y confía en que todo se resuelva por los cauces establecidos para ello. No esconden, sin embargo, su sorpresa e indignación y consideran «injusto» que se quiera penalizar a toda su «filà» por este gesto.

Por cierto, el enlace entre José María y Blanca aún no se ha producido y está previsto para el mes de octubre de 2018.