El Hispagan Units pel Bàsquet Gandia logró ayer una victoria muy trabajada ante el Cartagena gracias a la buena actuación del conjunto del equipo, pero es cierto también que el resultado engaña porque, apenas unos minutos antes del pitido final, el equipo visitante incluso llegó a ponerse unos puntos por delante.
El envite comenzó a un ritmo endiablado por parte de los dos contrincantes. El Hispagan mantuvo la iniciativa y marchó siempre por delante durante la primera mitad del partido. En el ecuador el resultado era de 56 a 51. El tercer cuarto también fue de dominio local, dejando un resultado de 11 puntos por delante.
Fue en el último periodo cuando se hizo sufrir a la afición. En ese momento clave se produjeron algunas fases en las que los jugadores locales parecían desconectar de la competición, y no fue hasta el final del partido cuando, conscientes de que una derrota habría dolido, metieron el arreón final. Tres triples seguidos de White y Carlos Gil tuvieron mucho que ver, pero también jugaron brillantemente en ese momento Kleinjan, Pope o el recién fichado Matthew Temple.
Y también «jugó» intensamente la afición. Cuando los seguidores que acudieron al pabellón vieron peligrar una victoria que parecía hecha desde el principio, se implicaron tan intensamente que pudieron transmitir parte de esa energía a los jugadores.
