El alcalde de Xeresa, Tomás Ferrandis, se ha encontrado con una situación que rozaría lo cómico si no fuera porque el asunto está retrasando uno de los proyectos más importantes para este municipio, la eliminación del paso a nivel del tren que atraviesa este término municipal.
Las obras están adjudicadas desde hace meses a una Unión Temporal de Empresas (UTE) pero la realidad es que Adinistradora de infraestructuras ferroviarias (ADIF), que es el organismo público responsable de ejecutarlas, aún no ha movido ni una sola piedra en ese punto.
El pasado mes de julio, el alcalde de Xeresa se interesó por el tema y desde la empresa le apuntaron que se había producido un error en la elaboración del proyecto, por lo que había que modificarlo. La infraestructura diseñada invadía unos metros la carretera N-332. Esto conllevaba que Adif, que depende del Ministerio de Fomento, tenía que pedir permiso a la Dirección General de Carreteras, que está adscrita a la misma área, para poder empezar las obras. La empresa de capital público cumplió el trámite pero resulta que el otro organismo le denegó el permiso y eso obligaba a modificar el proyecto.
Lo cierto es, explicaba ayer a este periódico Tomàs Ferrandis, que los márgenes del nuevo paso elevado que evitará la vía invaden «unos metros» la carretera. «Vale, acepto que hay un error y que se tiene que modificar», señalaba el alcalde. Pero, más allá de la anécdota, lo que Ferrandis no llega a comprender es cómo más de siete meses después de que le informaran desde ADIF que era necesario modificar el proyecto, aún no se ha cumplido este trámite.
El alcalde se mostró ayer visiblemente enfadado con la situación y cree que «si no lo hacen es por falta de interés». Aunque él tuvo conocimiento de la situación durante el verano, explicaba que en la documentación del ministerio pudo comprobar «que en 15 de febrero de 2017 ya tenían conocimiento de no disponer de todos los permisos» y que en junio la Dirección General de Carreteras denegó el permiso para la ejecución del proyecto. «Es decir, ha transcurrido casi un año sin que ADIF haya adoptado ningún acuerdo para solucionar el problema».
Lo que sí que tiene claro es que no se va a quedar con los brazos cruzados ante una situación que considera «humillante» y viendo como un proyecto tan ansiado por sus vecinos no arranca por culpa de un trámite técnico, y más cuando considera que Fomento ha tenido tiempo de sobra para poder subsanar cualquier error.
El alcalde no se va a quedar de brazos cruzados ante lo que considera «una burla» y ha enviado un escrito al ministerio en el que avisa que «de persistir en la falta de impulso y celeridad en la tramitación del expediente», recurrirá por la vía judicial interponiendo un contencioso contra Fomento.
