Los vecinos de los municipios el sur de la comarca de la Safor, desde Gandia hasta Oliva (Bellreguard, Palmera y l´Alqueria de la Comtessa y la propia ciudad de Oliva) soportan diariamente el paso de miles de vehículos, muchos de ellos de gran tonelaje. Mientras, por la AP-7, vía de pago que transcurre los mismos términos municipales pero sin tocar el casco urbano y, por lo tanto, causando muchas menos molestias a los ciudadanos, transitan a diario casi la mitad de los vehículos.

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Fomento, del año 2016, indican que, de media, cada día circulan por la carretera nacional 332 entre Gandia y Oliva 25.512 vehículos, conviriténdola en la vía más concurrida de toda la comarca y, a su vez, la que más problemas causa a los ciudadanos en forma de ruido, contaminación atmosférica, riesgo y pérdida de calidad de vida.

Por contra, la autopista de peaje, que discurre por la misma zona y que será gratuita a partir del 1 de enero del año 2020, circulan cada día, de media, apenas 14.842 vehículos. El tráfico en esta vía aumenta ligeramente un poco más al norte, a su paso por Tavernes de la Valldigna, hasta alcanzar los 16.032 vehículos de media al día, pero también ahí es inferior al número que soporta la carretera nacional.

Estas cifras refuerzan los argumentos que los alcaldes hace años que vienen defendiendo, que la liberalización de la AP-7 reduciría considerablemente la contaminación, tanto acústica como ambiental, que sufren los vecinos de estas localidades a diario y desde hace décadas. Estos peligros se suman a los de la seguridad. No en vano, han sido varias las personas que han fallecido atropelladas en la N-332 tratando de cruzar de una a otra acera en su municipio.

Preferencia por la vía gratuita

Este mapa del tráfico dado a conocer por el Ministerio de Fomento permite apreciar una importante disminución de la intensidad una vez se atraviesa el casco urbano de Oliva, en dirección o procedente del sur. En ese punto, el paso de automóviles se reduce hasta los 15.800 diarios, lo que significa que 10.000 de los vehículos que utilizan cotidianamente la N-332 realizan el trayecto hasta Oliva, un tráfico que podría ser absorbido por la AP-7 en caso de que fuera gratuita y que supondría un importante alivio para los municipios afectados.

Como es lógico, cuando existen dos vías que conducen al mismo lugar, que además lo hacen de forma paralela (tanto que en algunos tramos llegan a estar prácticamente pegadas) y en una se paga mientras en la otra no, la gran mayoría de conductores no dudan en optar por la opción gratuita aunque eso muchas veces suponga atascos, molestias y pérdida de tiempo.

Otro punto con una importante caga de tráfico es la misma N-332 a su paso por Xeraco, con una Intensidad Media Diario (IMD) de 21.299 vehículos al día. En este caso la vía también atraviesa el casco urbano de esta localidad, pero la afección es mucho menor porque la mayor parte de la zona habitada se encuentra al este de la carretera. Aun así, el riesgo de cruzarla siempre está latente y no son pocos los accidentes que se han producido en ese lugar.

Cierto es que el paso de la N-332 no solo causa problemas. La existencia de esta vía favorece mucho a las empresas que se encuentran en los polígonos industriales de todas las localidades costeras de la Safor en tanto que facilitan la comunicación tan necesaria para el transporte de los productos.

En realidad, el tramo de la comarca más transitado es el que va desde la A-38 (entrada de Gandia) hasta la rotonda de la Universitat Politècnica, entre el Grau y la playa, con más de 28.000 vehículos diarios, según los datos que recoge el Ministerio de Fomento.

Pero esta cifra queda desvirtuada en tanto que se trata de una vía por la que circulan miles de vehículos entre los meses de junio a septiembre, en plena campaña de verano, pero que apenas soporta tráfico el resto del año, excepto los fines de semana. La media que ofrece Fomento abarca los doce meses del año de ahí que salgan esos datos que no son reales.