La Diputació de València ha incluido la residencia de la tercera edad de Miramar entre las zonas donde, en las próximas semanas, se instalarán pantallas contra el ruido para minimizar el impacto de las carreteras sobre las personas. La carretera afectad en este caso es la CV-670, conocida como Natzaret-Oliva.

Según explicó ayer el responsable de Carreteras de la diputación, Pablo Seguí, el objetivo de esta actuación es mejorar la calidad de vida de las personas que se dan cita a diario en estos centros y que deben soportar unos niveles de ruido que rebasan los objetivos de calidad acústica como consecuencia de tener cerca la carretera. «Nosotros, como titulares y gestores de la vía, tenemos la obligación de minimizar los efectos», añadió Seguí.

En los últimos años, el área de Carreteras ha impulsado diversos proyectos destinados a minimizar el ruido producido por la elevada intensidad del tráfico en zonas consideradas «sensibles» por estar cerca de centros escolares, asistenciales o residenciales.

Estas actuaciones se han desarrollado en algunos casos de forma integrada en actuaciones globales de mejora de la carretera, como en el caso de la CV-370 entre Manises y Riba-roja, y en otros mediante proyectos específicos, como en el caso de la CV-336 entre San Antonio de Benagéber y Bétera.

El proyecto actual que incluye este tramo de Miramar, cuya redacción ha sido adjudicada a la empresa Typsa, cuenta con un plazo de ejecución de 12 meses y un presupuesto de 67.000 euros para su desarrollo mediante la aplicación de pantallas acústicas que absorben el ruido o impiden que llegue a las fachadas de edificios residenciales.

En el conjunto de la provincia, se pretende actuar en el entorno de las Escuelas Profesionales Luis Amigó, en Godella; la residencia de ancianos de San Antonio de Benagéber, el Colegio Escuela 2, de Educación Infantil, Primaria y Secundaria y el colegio Palma, ambos en Paterna; y la residencia de ancianos de Miramar.

Colegios y residencias

«Son todos centros escolares y residenciales en los que la elevada intensidad de tráfico de las carreteras junto a las que se encuentra provoca elevados niveles de ruido que es necesario mitigar, mediante el establecimiento, en este caso, de pantallas acústicas», informó ayer la diputación.

Pablo Seguí añadió que en materia de reducción de ruido existen otras posibilidades, como la aplicación de pavimentos fonoabsorbentes, las actuaciones tendentes a reducir la intensidad o velocidad del tráfico, o el aislamiento acústico de las propias viviendas o edificios afectados.