Los gandienses dispondrán desde esta tarde de una oportunidad única para sumergirse en el ambiente que reinó en la ciudad a caballo de los siglos XV y XVI, cuando una mujer, la duquesa regente María Enríquez, dirigió el ducado por la muerte, en Roma, de su esposo, Juan de Borja.

El entierro de Cristo, o el revestimiento de las columnas de la iglesia del Convento del Carmen de València.

Através del recorrido de la exposición organizada por el Ayuntamiento de Gandia, en una hora se puede apreciar cómo aquella mujer culta y de temperamento, que murió siendo abadesa del convento de Santa Clara, embelleció su ciudad, algo a lo que contribuyó la riqueza del ducado que proporcionó la explotación de la caña de azúcar.