Un centenar de personas se concentraron la tarde del pasado miércoles ante el Ayuntamiento de Oliva para pedir que continúe funcionando el Banco de Alimentos. Los manifestantes, cargados con pancartas que rezaban «Volem el Banc d'Aliments», «Si trabajo, no alimentos. Queremos trabajar para no tener que pedir ayuda» o «Sin esa ayuda no podemos dar de comer a nuestras familias», entre otros.

La concentración fue organizada y secundada por los usuarios del banco de alimentos.

Cabe recordar que, como publicó este periódico, el departamento de Servicios Sociales que dirige el concejal Àlex Salort, ha firmado un convenio con Cruz Roja para que sea esta entidad la que se haga cargo de repartir alimentos entre familias sin recursos de la ciudad.

El convenio con el Banco de Alimentos venció el pasado mes de diciembre y el consistorio decidió no renovarlo porque, por una parte, algunos de los alimentos eran de dudoso contenido nutricional y por otro por las colas que se generaban el día que los usuarios iban a recoger los alimentos. El PSPV denunció que la entrega de comida sufrirá una merma del 70%, algo que ha negado Salort de forma categórica.

El Banco de Alimentos empezó a operar en Oliva en 2013 mediante un convenio que expiró el pasado mes de diciembre.

Durante este tiempo han sido muchas las familias que han encontrado en esta entidad el único método para acceder a alimentos.

Salort explicó que con el aval de los técnicos municipales, la Cruz Roja hará un reparto de los alimentos en función de las necesidades de cada familia y, además, se llevará a cabo un programa integral para la inserción de estas personas con el fin de que sean autosuficientes para poder tener acceso a un trabajo.