El anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 presentado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, la pasada semana, se podría resumir para la Safor muy rápidamente, al menos en lo que respecta a los grandes proyectos que tiene pendientes de ejecutar el Gobierno en la comarca. Primero, que el acceso sur del puerto de Gandia estará acabado en 2019. Por otra parte, que no parece viable que el 1 de enero de 2020 cuando, en principio, la AP-7 a su paso por la comarca deje de ser de pago, exista una conexión al sur de Oliva que permita sacar el tráfico del casco urbano de esta ciudad, algo tan demandado. Por último, que la conexión Gandia-Oliva en tren deberá esperar, como mínimo, un año más.
La infraestructura que permitirá que los camiones ya no tengan que cruzar el Grau para llevar las mercancías al puerto de Gandia avanza más o menos a buen ritmo desde que en 2015 se reiniciaran los trabajos. La intención del Gobierno es, que si no para las elecciones de 2019 esté acabado, al menos que sí que esté encarrilado y a falta de los últimos detalles para que la infraestructura más importante construida en una década esté lista.
De ahí que las cuentas de este año, pendientes de aprobar, contemplen una inversión de 5,1 millones de euros, que probablemente incluirán la construcción del puente que cruzará el río Serpis, que será definitiva para que, por fin, el Grau deje de ser un lugar de paso de vehículos de gran tonelaje. Además, el plan plurianual que presenta el Gobierno en el mismo documento incluye alrededor de tres millones de euros para el próximo año, que casi completarían los 20 totales que se habrán invertido en la construcción de esta infraestructura.
Capítulo aparte merece la conexión del sur del casco urbano de Oliva con la AP-7. Es cierto que el Gobierno ha incrementado notablemente la partida para este proyecto, si se tiene en cuenta que el año pasado hizo una ridícula previsión de 100.000 euros que pasan para 2018 a dos millones, que servirán para licitar unas obras cuyo coste asciende a 29.
A partir de ahí, poco más. En materia de infraestructuras ferroviarias, el ministerio de Fomento ha contemplado una partida de 700.000 euros para toda la línea Gandia-València de Cercanías, que incluye la segunda fase del paso inferior de la estación de Xeraco (para evitar que los usuarios tengan que cruzar la vía) y la eliminación de dos pasos a nivel en Xeresa. Tavernes de la Valldigna también tiene prevista una partida para la mejora de la seguridad en las estaciones, esto es, la construcción de algún paso inferior o elevado de las vías.
Además, en puertos se contempla una partida de 1,6 millones de euros para obras del Plan Director para Gandia, actuaciones en materia de accesibilidad viaria presupuestadas en 750.000 euros, para actuaciones en seguridad y protección 50.000 euros y para otro tipo de actuaciones 1,2 millones de euros. Un total de 3,6 millones de euros.
En cuanto a inversiones en infraestructuras hídricas cabe destacar 200.000 euros para laminación y mejora del drenaje de la cuenca de la Rambla de Gallinera. La delegación del Gobierno que preside Juan Carlos Moragues también incluye los 4,5 millones de euros para seguir con las obras de la A-38 en su tramo Favara-Cullera.
Precisamente, el propio Moragues sacaba pecho por estas inversiones y aseguraba que «esta comarca es una de las grandes beneficiadas de la provincia de Valencia, ya que concentra cerca del 20% de lo presupuestado en carreteras en la provincia de Valencia con 11,82 millones de euros». En esos números, el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, también incluye trabajos de conservación de la N-332 en diferentes tramos.
