Los perros y los niños nunca deben estar a solas, porque ambos son seres vivos imprevisibles. Lo dicen los expertos. En este caso, el niño estaba jugando en su casa de la localidad de Daimús sin la vigilancia de sus padres. Golpeó al perro, un mestizo muy parecido a un American Stanford, con una espada de plástico. Ha sucedido en la localidad de Daimús.

El animal se abalanzó sobre él, y le destrozó la cara de un sólo bocado. En la cartilla del perro figuraba simplemente como perro mestizo, no como perro peligroso, pero por el tamaño de su mandíbula y su mordedura, debería estar registrado como potencialmente peligroso. Los hechos ocurrieron en un domicilio particular, por lo que el animal no tenía la obligación de llevar bozal. El pequeño se encuentra ingresado en la Fe de Valencia y ya ha empezado a tomar líquidos.