Ni los jugadores del Hispagan Units pel Bàsquet de Gandia, ni el entrenador y cuerpo técnico, ni la directiva, ni la afición, ni quienes durante el pasado fin de semana sumaron su ilusión para intentar ganar la fase de ascenso a la liga LEB Plata se merecían un final tan duro para esta temporada. El combinado local, que al ser campeón de liga se ganó el derecho de organizar en su ciudad el play off de ascenso, terminó con una cierta amargura, perdiendo los tres partidos y quedando último en la clasificación de los cuatro equipos que disputaron el torneo.

Fue, sin duda, un duro final para una magnífica temporada que concluyó hace apenas tres semanas proclamándose campeón de liga ante sus propios aficionados. Y ese excelente papel en la regularidad es lo que premiaron los aficionados que, en menor número que viernes y sábado, acudieron el domingo al pabellón. Los presentes no osaron reprochar a los jugadores las tres derrotas del play off, sino que, bien al contrario, fundieron sus aplausos al reconocimiento que, desde el centro de la cancha, los jugadores les mostraban por su apoyo durante la temporada.

Al término del partido, y ahora sí en medio de la euforia, el capitán del CB Villarrobledo recibió de manos de las autoridades la copa que les acredita como vencedores del play off. La copa es, lógicamente, lo de menos. Lo que vale es el ascenso a la LEB Plata.