Cuando la preocupación de una pareja es negociar una hipoteca, rebañar los euros de la cesta de la compra y salir a la caza del empleo en los suplementos "salmón" de economía, el deseo sexual cae en picado y la planificación familiar se sitúa en el horizonte de cero embarazos. La recesión económica ha llevado a varios miles de valencianos a renunciar a ser padres. Así se refleja en la estadística de la Conselleria de Sanidad que indica que el año pasado nacieron cinco mil bebés menos que en 2008. De 58.110 recién nacidos hace dos años a 53.125 que se registraron el año pasado.

La naturaleza siempre sorprende y en este caso, los datos recopilados en las maternidades de los hospitales públicos y privados recogen que el año pasado nacieron dos mil niños más que niñas. La relación fue de 27.469 niños a 25.656 niñas, una tendencia que se consolida desde el año anterior, en el que nacieron 1.831 varones más que hembras (29.954 frente a 28.123).

El descenso de nacimientos registrado el año pasado se ha traducido en una reducción importante del número de prematuros. Las incubadoras acogieron casi un centenar de recién nacidos con un peso inferior a 1.500 gramos, que son los que más cuidados requieren y los que pueden acusar mas complicaciones de maduración de órganos.

Sin embargo, en el entorno del embarazo, parto y puerperio hay también datos positivos como que más de la mitad (57%) de las nuevas madres asistió a un taller de lactancia durante la gestación y otro porcentaje muy importante a las sesiones donde se ilustraba a los padres sobre como realizar masajes a sus hijitos. Además, seis de cada diez parejas asistieron el año pasado a las charlas de educación prenatal.

La implantación de la epidural

La implantación de la anestesia epidural en los hospitales públicos sigue siendo la asignatura pendiente de la sanidad valenciana, por muchas promesas que hayan hecho todos los consellers que han pasado por el departamento. De hecho, ayer, un ginecólogo de un hospital público lamentaba a Levante-EMV el pavor que se siente cuando se está próximo a los paritorios, donde solo se escuchan alaridos de dolor.

La estadística indica que el año pasado en los hospitales de la red pública esta anestesia se aplicó en el 54% de los partos mientras que en los centros privados llegó al 89,5%. Una diferencia significativa que se arrastra desde el año 2000, cuando en la pública solo se asistía al 18% de los partos y en la privada se aplicaba en el 71%.

La cara B de la asistencia privada son las cesáreas, ya que en los paritorios privados se hacen prácticamente el doble de intervenciones que en la pública, en una proporción de 25% a 44%, unos datos que se mantienen estables durante el último lustro.

Parto natural

El último informe del Observatorio de Salud Infantil y Perinatal, que data de abril de este año, indica que diez hospitales de la red pública valenciana disponen ya de protocolos para atender el parto natural, aunque solo cuatro cuentan con las líneas concretas de actuación adaptadas a las características del centro. Y solo cinco maternidades tienen un comité que estudia la estrategia para poder realizar un parto normal.

Sanidad también indica que hay una tendencia positiva a abandonar prácticas clínicas innecesarias e ineficaces en el parto como la aplicación rutinaria de enemas o el rasurado del periné (ya solo un hospital mantiene esta práctica). Por el contrario, se aconseja que es necesario avanzar en otros aspectos como que la futura madre tome líquidos durante el parto.