El talento de la química valenciana Pilar Mateo y la intuición científica del equipo de la Unidad de Parasitología de la Universitat de València, que dirige el profesor Santiago Mas Coma, van a poner en jaque al avance de la malaria en el mundo,una enfermedad infecciosa que transmiten las hembras de 60 especies de mosquitos Anopheles al inocular en los seres humanos uno de los cuatro parásitos protozoos del género Plasmodium, siendo el falciparum el peor, por la gran mortalidad que origina.

Pilar Mateo desarrolló una peculiar pintura insecticida, denominada Inesfly, que ya ha demostrado su eficacia en la erradicación de la enfermedad de Chagas en el altiplano boliviano.

El producto que fabrica la empresa Inesba SL de Paiporta tiene tres propiedades fundamentales en la lucha contra las enfermedades transmitidas por vectores: essoluble en agua, por lo que se puede aplicar como pintura en cualquier superficie, lleva una microencapsulación polimérica que permite incorporar insecticidas específicos y reguladores para que se liberen de forma gradual y a su vez impide que se mezclen entre sí.

Los ensayos realizados por el equipo de Mas Coma en la fase uno que se han realizado durante un año en el laboratorio han confirmado que la pintura indujo una mortalidad del 93 al 100% de los mosquitos Culex quinquefasciatus, conocido por las grandes molestias de sus picaduras.

El científico ensayó el producto en la fase 2 en una zona de alta endemia en Benin durante doce meses. La eficacia de la pintura se probó sobre cepas susceptibles y resistentes a los insecticidas de Anopheles gambiae y Culex quinquefasciatus. A los seis meses las tasas de mortalidad de los mosquitos dentro de las casas fue del 900 al 100% en poblaciones resistentes. A los nueve meses fue del 90-93% en Anopheles gambiae. A los doce meses se observó una eficacia residual a largo plazo del 60-80%, mientras que la mortalidad a un metro de distancia fue de 96-100% tras la exposición en la noche completa.

Para que la Organización Mundial de la Salud homologue el producto y autorice su uso para luchar contra cualquier enfermedad infecciosa hay que superar la fase 3, la última del ensayo, que consiste en evaluar el impacto epidemiológico sobre la enfermedad en humanos en la zona de endemia. De obtener los mismos resultados, la malaria tiene los días contados.