Ser un hospital universitario y además politécnico y aspirar a convertirse en el primer centro hospitalario de Europa no evita que en La Fe pacientes tan vulnerables como las mujeres que acaban de dar a luz tengan que esperar quince horas en una sala de dilatación por la falta de camas libres para acogerlas, tras el cierre de plantas decretado durante el verano. Lo aseguran fuentes próximas a la institución sanitaria.

De ocho salas de dilatación que hay en el hospital más rumboso de la Comunitat Valenciana, seis estaban ocupadas hace unos días por puérperas con sus bebés recién nacidos, que tuvieron que permanecer allí en unas condiciones muy poco cálidas y confortables para ellas, el niño y el marido durante doce horas hasta que finalmente se quedó una habitación libre en la planta de Obstetricia, donde ahora convergen enfermos de especialidades tan dispares como Neumología, Digestivo y Oncología.

Las mismas fuentes indicaron a Levante-EMV que los empleados han informado de lo que ocurre a los responsables del centro pero que la situación se mantiene igual «porque nadie toma medidas».

Un aviso que no se pudo atender

De hecho, un aviso del hospital de La Plana de una mujer que tenía que dar a a luz no pudo ser atendido por falta de plazas.

Fuentes próximas a la institución manifestaron que obligar a las parturientas a permanecer durante más de diez horas en una sala de dilatación lleno de aparataje y sin privacidad es hipotecar la calidad asistencial de los procesos fisiológicos, cuando lo que pretende una parte importante de la plantilla de matronas es que los partos sean «mínimamente intervenidos».

«Con esas condiciones se conculca el derecho a disfrutar de la maternidad», agregaron las mismas fuentes que criticaron la distribución de espacios al afirmar que los pacientes salen de urgencias traspasando el área de dilatación.

Por otra parte, un portavoz autorizado del hospital La Fe informó que ayer había 25 camas libres en los servicios de Obstetricia y Ginecología y que las esperas no superan nunca las catorce horas.

Fuentes oficiales indicaron que las pacientes que son sometidas a cesárea permanecen en un área de vigilancia especial como requiere el protocolo, hasta que el médico considera que pueden subir a la habitación de hospitalización y que por este motivo tardan más en subir a la planta.