Con el regreso de las imágenes a «su casa» y la eucaristía que se celebró ayer en la parroquia Cristo Redentor-San Rafael, la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera dio por concluidos los actos oficiales de la fiesta declarada de Interés Turístico Nacional. Hasta el año que viene.

Y es que, tras una intensa semana de actos y procesiones, las imágenes deben regresar al lugar donde permanecerán el resto del años, es decir, o a las iglesias a las que pertenecen, a domicilios particulares o al Museo de la Semana Santa Marinera, lugar que ha sido reestructurado para mejorar la organización así como la entrada y salida de los pasos para la fiesta. Todo ello, con el objetivo de ser «más operativos» lo que no quita que la ampliación del museo siga siendo una asignatura pendiente desde hace años.

Por ello, ayer Lunes de Pascua, el Marítimo vivió el traslado de varias imágenes. La primera en salir fue la Hermandad del Santísimo Cristo del Perdón, que a media mañana realizó el traslado del Cristo del Perdón desde la calle Arzobispo Company hasta la iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, donde se celebró una eucaristía. Al finalizar, se llevó la imagen hasta la casa del cofrade depositario durante el resto del año.

Por la tarde hubo otros tres traslados. El primero fue el protagonizado por la Real Cofradía de Jesús en la Columna, que trasladó su imagen titular (Jesús atado en la Columna) desde el domicilio del cofrade agraciado (calle Nicolau de Monsoriu ) hasta la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles.

A partir de las 19 horas, y con media hora de diferencia, hubo otras dos procesiones. La primera fue la de la imagen de Jesús de Medinaceli, que fue llevada por los cofrades hasta el Museo de la Semana Santa Marinera, en la calle Rosario número uno. Unos minutos después, la Virgen de los Dolores de la Cofradía de Granaderos de la Virgen de los Dolores también regresó al Museo de la Semana Santa Marinera desde la calle Ernesto Anastasio.