Así lo han anunciado a EFE fuentes de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), que ha promovido este sistema por el que una persona que necesite un riñón, y cuente con un donante incompatible, podrá intercambiarse con otra pareja en esta misma situación y con las condiciones favorables.

Este problema afecta en España a uno de cada tres enfermos de insuficiencia renal, quienes, a partir de este verano, verán como se abre en sus vidas una nueva ventana de esperanza para salir de la diálisis.

Cerca de quince parejas son candidatas a someterse a esta novedosa iniciativa, que se implementará inicialmente en el Clínico y la Fundación Puigvert de Barcelona; el Doce de Octubre de Madrid; el Juan Canalejo de A Coruña; el Virgen de las Nieves de Granada y el Virgen del Rocío de Sevilla.

La denominada donación cruzada, hasta ahora sólo utilizada en Corea del Sur, Estados Unidos y Holanda, se llevará a cabo mediante un base de datos nacional que permitirá a los hospitales entrelazar a los afectados de todas las comunidades autónomas.

Apoyada por un sistema informático, permitirá que si el receptor es incompatible con su donante por el grupo sanguíneo o porque ha desarrollado anticuerpos contra él, se busque a otra pareja que tenga las condiciones óptimas.

El coordinador nacional de la ONT, Rafael Matesanz, ha explicado que el éxito de los trasplantes de cadáver en España ha hecho que la donación en vivo fuera menor, una tendencia que ha cambiado por el envejecimiento poblacional y, sobre todo, por el drástico descenso de los accidentes de tráfico.

De hecho, en el año 1992 el 42 por ciento de las donaciones de riñón procedían de siniestros en la carretera mientras que este año el porcentaje se ha reducido a un siete por ciento.

Matesanz ha recalcado que el programa de "donación cruzada" podría incrementar en un 30 por ciento los trasplantes de riñón de vivo.

Desde el punto de vista legal y ético, el doctor Koldo Martínez, intensivista del Hospital de Navarra y vicepresidente de la Asociación de Bioética Fundamental y Clínica, ha explicado que la legislación española no es contraria a este proceso, pese a que establece como premisa para cualquier donación que sea altruista y gratuita.

El experto ha aclarado que en estos casos entrarían en juego dos voluntades previas que se conectarían por un interés de salud y/o emocional, siempre con el anonimato de los participantes y mediante la firma de un documento escrito donde se especifiquen los motivos de la donación y la asunción de sus condiciones.

Se trataría en resumen de una donación simultánea pero no de un intercambio de órganos, que se realiza con gratuidad y para mejorar la salud o las condiciones de vida del receptor.

Martínez Urionabarrenetxea ha apuntado que las intervenciones deben realizarse de forma simultánea para que, en ningún caso, alguno de los implicados pueda arrepentirse o echarse atrás.

En cuanto a la confidencialidad de los implicados, ha comentado que podría utilizarse un sistema de claves que imposibilitara su identificación, al igual que se hace con los testigos protegidos en los juicios.

El director de la ONT ha lanzado un mensaje de "optimismo" y de "esperanza" para todos aquellos que necesitan un trasplante renal, porque cada vez tienen más posibilidades para ello.

Si la iniciativa se desarrolla con éxito se podrá reducir la lista de espera para un trasplante renal que supera actualmente las cuatro mil personas, lo que representa un 20 por ciento de las que están en diálisis.

Matesanz ha hecho hincapié en que cuando alguien tiene insuficiencia renal, el mejor tratamiento que se le puede ofrecer es un trasplante de vivo antes de empezar la diálisis. El riñón de una persona viva es además el de "mejor calidad" porque previamente se ha comprobado que está sano.

A diferencia de lo que ocurre con la donación de otros órganos, la de riñón tiene una escasa afección en la persona que lo cede, entre otras cosas porque dispone de otro, así como un bajo nivel de mortalidad -de tres casos por cada 10.000-.