Hace tres años, la imagen en un cartel de Britney Spears en avanzado estado de gestación en el metro de Tokio fue moralmente cuestionada. Sin embargo, en la capital nipona ahora florecen los estudios fotográficos dedicados a inmortalizar los cuerpos de las mujeres japonesas embarazadas.

El "boom" estalló el pasado mes de junio a raíz de otra foto de una mujer desnuda y embarazada, esta vez la cantante pop Hitomi, que promocionaba así el lanzamiento de su nuevo disco. La imagen puede verse en enormes cartelones en las calles de Tokio y el libro de fotos se acabó convirtiendo en un "best-seller", con más de 10.000 copias vendidas en su primera semana de publicación. Así, lo que es ya una moda más que consolidada entre las estrellas internacionales, se ha extendido a las japonesas anónimas.

255 euros por un álbum

Las futuras madres pagan alrededor de 35.000 yenes (unos 255 euros). En uno de estos estudios, "Ixchel", realizan la sesión en un par de horas. Cuando abrió este establecimiento el año pasado tenía menos de diez clientes. El mes pasado casi superaban los setenta.

Aunque al principio se muestran cohibidas, el ambiente relajado que se crea en el estudio y la colaboración del equipo hace que terminen relajándose y mostrando orgullosas sus abultadas barrigas. Las imágenes, artísticas y normalmente en blanco y negro, se reservan para ser mostradas en el círculo familiar y amistoso más íntimo.