domingo mujeres en mundos «de hombres»

Son mujeres que se mueven —y destacan— en mundos tradicionalmente masculinos. Este fin de semana han pasado por Valencia. Lorena Vásquez es una de las dos únicas mujeres del mundo «master blender», la «madre» del ron guatemalteco Zacapa. En el hotel Vertical, maridan el ron de Lorena con los puros seleccionados por Manuela Romeralo. Nuestra Manuela es lo más como sumiller de vinos y habanos. Leo Margets es jugadora profesional de póquer. Leer el blog de Leo, para mí, es como leer sánscrito. Vean como resume su paso por Monte Picayo: «En Valencia no me fue pokerilmente bien. Es lo que tiene no creerse una 4bet preflop… :p. Yo esperaba oir un "nice call, me pillaste" y que el villano me mostrara 34o para enseñar mi hero call con AQ …pero no, eran las casetas, y me fui del torneo en el séptimo nivel del SPT. Pasó por mi cabeza foldear y quedarme con 11k muy cortita pero con una M decente de 8. El tema es que ese escenario: raise de Pablo "morpheo", call del calling, squeeze mío….era tan déjà vu que creí que estaba haciendo un buen move y además pensé que si mi As estaba vivo debía pagar porque el bote era ya inmenso….obv estaba más que muerto». De ella aprendí: uno, que las timbas de póquer de las pelis no tienen nada que ver con la realidad; dos, que hay que ir al menos una vez en la vida a

Las Vegas y tres, que no hay que dar nunca pistas al contrario.

lunes «Belén esteban le lee la cartilla al PP» a cuenta de camps

Belén Esteban se dirige a Mariano Rajoy desde el atril de «Sálvame diario» (T5). Belén Esteban y Mariano Rajoy ya saben quiénes son. Del «Sálvame» de Jorge Javier Vázquez les hablaré otro día. Al atril —que saca solícito Pepe, el animador del público, cuando se lo requiere Jorge— salen los colaboradores cuando quieren lanzar un mensaje a alguien. Implica, pues, mayor rango. Aunque les hagan cubrirse con una pañoleta. Pues eso, la Esteban —«hablo en nombre propio y como persona de la calle», aclara ella misma— le dice al líder del Partido Popular: «Lo que tienen que hacer usted y Zapatero es arreglar el país y dejar de tirarse pedradas (aplausos). Yo sí que creo que se ha equivocado usted en el caso Camps, el de los trajes, el del caso Gürtel. Así que a lo hecho, pecho, y los que se tengan que ir del partido, a expulsarlos» (más aplausos). Telecinco resume así el capítulo en su página web: «Belén Esteban le lee la cartilla al PP». Pues ya sabe, Mariano, lo que dicen. Que Belén es la voz del pueblo.

martes burbujas repetidas

Hollywood traía la Navidad a los hogares españoles. Desde Liza Minnelli, en 1977, a Gwyneth Paltrow, pasando por Penélope Cruz, que repitió, una treintena de famosos nos felicitaban desde la pequeña pantalla rodeados de chicas doradas. La Navidad no era Navidad sin el calvo de la lotería, el turrón que volvía a casa y el anuncio de Freixenet. Pero se acabó. La firma de cava catalán ha decidido repetir el spot del año pasado, el de las chicas de la natación sincronizada y Gemma Mengual. Adiós a los Sidney Rome, Margaux Hemingway, Gene Kelly, Ann Margret con Norma Duval, Plácido Domingo con la Obregón, José Carreras, Inés Sastre con Christopher Reeve, Antonio Banderas o Paz Vega. Crisis en las burbujas. Todo un síntoma.

miércoles esmoquin

Ocurre en Mississippi, en el sur de Estados Unidos. Un instituto de secundaria se niega a publicar la foto de ceremonia de graduación de una alumna en el anuario escolar. La chica, Caera Sturgis, de 17 años, es una estudiante ejemplar y es homosexual. No lo oculta, suele vestir de forma bastante masculina y para la ocasión, a diferencia de sus compañeras, posa con un esmoquin. Tiene su aquél porque apenas unos días antes, en Madrid, el diseñador Baruc Corazón siguiendo los pasos de Yves Saint Laurent (en la imagen) y con patrocinio de una marca de güisqui presenta una colección con la idea de feminizar esta prenda. Y Judit Mascó, Martina Klein y Clara Alonso o la valenciana Mayte de la Iglesia posaron, igual que Caera pero distinto, y pasaron por extremadamente femeninas y elegantes. Sus fotos se publicaron sin vetos.

jueves el perdón

Ana Obregón pide perdón a Cayetano. A Cayetano Martínez de Irujo, el hijo de la duquesa de Alba. Lo hace públicamente en un lujosísimo hotel de Madrid, vestida de negro (de Celine). Le flanquean los dos grandes abogados del «colorín» en este país, Javier Saavedra, el suyo, a la derecha y Marcos García Montes, el de Cayetano, a la izquierda. La bióloga, actriz, presentadora, bailarina, guionista, etc, etc. se traga el sapo. Hace diez años, en un programa de máxima audiencia nocturna, dejó de piedra a propios y extraños al soltar, por esa boquita, que el jinete había introducido droga en la maleta de Alessandro Lecquio, padre de su hijo Alex. «Dado» Lecquio, desde entonces, aparecía en los aeropuertos con la maleta ridículamente sellada. El caso es que a Cayetano no le hizo gracia la gracia de la Obregón y se fue derechito a los tribunales. Injurias y calumnias. Cinco años de cárcel, le pedía. Pero como entre damas y caballeros las cosas se pueden arreglar sin llegar tan lejos, pactan el numerazo del hotel, con comunicado, declaraciones en revistas y programas y tal. Y el escabroso asunto queda zanjado. A Ana no la veremos entre rejas y con tacones.

viernes los «letizios»

Que el príncipe de Asturias es altísimo es una evidencia. Que la princesa se queda baja a su lado, también. Que no se nota tanto con los taconazos que usa, ya lo sabíamos. Pero el dato exacto se lo debemos a una de las integrantes de la Asociación de Parapléjicos y Grandes Discapacitados (Aspaym) que estuvo con la real pareja en Oviedo. Inés González, ni corta ni perezosa, le preguntó a Felipe cuánto medía. 1,97, a apenas tres centímetros de los dos metros, le contestó. ¿Y Letizia? «1,69, pero con tacones 1,74». Es lo que, según Inés, le dijo ella. ¿Cinco centímetros de tacón? No me salen las cuentas. Los «letizios» —dícese del calzado, con altos tacones y algo de plataforma, tipo «peep toe», que ha popularizado la ex periodista y a los que ya se ha sumado Victoria de Suecia— no tienen cinco centímetros de tacón. Esos taconcitos son, si acaso, los que lució, en su visita a España, Carla Bruni. Carla mide 1,76 frente al 1,65 de Sarkozy y por eso es habitual verla en bailarinas o, todo lo más, aquellos Louboutin recortados. Pero los de la princesa están más cerca de los 12 centímetros —como poco— que de los 5. Si lo sabré yo.