Aunque el Gobierno central y los sindicatos se empeñen en impulsar el sistema de cuotas, el panorama de la representación femenina en los órganos de administración del tejido empresarial español durante 2009, también en el caso de la Comunitat Valenciana, presenta un balance dispar y muestra que el camino hacia la igualdad está todavía lejano. El avance es muy tímido. Aunque la presencia femenina mejora en las empresas, se retrocede en representatividad, ya que la proporción de féminas en el total de administradores disminuye, según constata un reciente estudio de Informa, del grupo Cesce. Con respecto a 2008, la información recogida en este estudio refleja una mejora del 3,45% en el número de empresas que tienen al menos una mujer en su consejo de administración, mientras que en la proporción femenina sobre el total de cargos de administradores se observa un descenso del 0,56%.

La presencia femenina sigue muy baja, pues sólo un 62,5% de los consejos son dirigidos exclusivamente por hombres (como administrador único o a través de un consejo) frente al 14,91% de los que son gobernados exclusivamente por mujeres. Varios factores explican estos estos resultados. Uno de ellos es la importancia de las pymes en el tejido empresarial, que se caracteriza por tener un consejo de administración con administrador único (casi dos tercios del total), y dentro de ese conjunto, la representación masculina es del 72,65%. Si se indga en las características de las empresas sin ninguna presencia femenina, destaca el sur de España, y corresponde a un perfil de sectores tradicionalmente masculinos como la construcción o la producción de energía. Si analizamos las sociedades del Ibex (las 35 cotizadas españolas con mayor negociación en la bolsa) se detecta que la presencia de mujeres en los órgaos de gobierno has pasado de un 5% a un 8% entre 2006 y 2008. Además, las empresas con participación estatal quedan lejos de la igualdad, pues ésta se limita al 25%.

Los hombres cobran una media de 29.341 euros brutos anules, mientras que las mujeres perciben tan sólo 22.918 euros al año. Los datos correspondientes a 2008 develan que la brecha salarial entre ambos sexos es del 34%: la cuarta más alta de Europa, según el estudio de Adecco. Con todo, la evolución de la tendencia resulta positiva, dado que en 2003 España era el segundo país del «ranking« europeo con una diferencia de sueldo entre géneros del 38%. Austria es el país donde las mujeres sufren una mayor discriminación salarial, con una diferencia del 45,6%, seguido por Reino Unido, donde la tasa es del 36,9% y Eslovaquia, con un 35%.

La discriminación, por otra parte, no radica en el volumen de la renta, ya que al contrario de lo que pasa con los austriacos y los anglosajones, los españoles y los eslovacos reciben sueldos inferiores a los 27.500 euros anuales que se pagan de media en la UE. En concreto, en el caso de España las retribuciones son un 20% inferiores, sumando 21.500 euros brutos. Por sectores, mientras que en Europa los servicios privados son los que registran los sueldos más altos, en España son los trabajos asociados a las manufacturas de carácter industrial los que están mejor remunerados, además de ser los que mayor brecha salarial presentan.

Iniciativas

Las grandes compañías toman algunas iniciativas, pero tampoco predican con el ejemplo. En el caso de las sociedades que componen el Ibex, la evolución del número de consejeras es positiva, ya que ha pasando de un 5,01% en 2006 a un 8,68% en 2008, aunque esta cifra está muy lejos del objetivo del 40% que ha fijado el gobierno. En las empresas con participación estatal, aunque la proporción femenina continúa situándose en el 25%, el número de mujeres miembro de consejos ha aumentado de 133 en 2008 a 146 durante este año 2009. Si se analizan las sociedades anónimas y limitadas que tienen obligación de aplicar la Ley de Igualdad, es decir, aquellas con más de 250 empleados, que representan un 26,28% del total de sociedades estudiadas, se observa que n estos casos el número de empresas con al menos una consejera ha aumentado casi 3 puntos pasando del 28,70% en 2008 al 31,33% en 2009. Sobre el total de cargos de administradores, el número de mujeres en las empresas sujetas al Plan de Igualdad es de 177.272 en 2009, es decir un 20,09 %, la mitad del 40% que recomienda la ley.

Diversos estudios avalan la distancia entre hombres y mujeres en el ámbito de la economía. Pero también destacan el papel de éstas en el mundo de la empresa. Así, el informe Women Matter de la consultora Mc Kinsey, indica que la presencia de mujeres en los equipos directivos, siempre que supusiera al menos un 30%, reflejaba mejores resultados financieros. También advierte sobre la disparidad de géneros actuales en la empresa, situando el origen de los desequilibrios en el predominio del modelo masculino de carrera de éxito «caracterizado por la disponibilidad absoluta». En otro estudio, de octubre de 2008, McKinsey va un paso más allá para explicar la correlación entre presencia de mujeres y resultados. Y la explicación parece estar en los comportamientos de liderazgo. Las mujeres muestran con más frecuencia algunos comportamientos clave que impactan en los resultados, por ejemplo, el desarrollo de las personas de su equipo. Este segundo estudio analiza, además, cómo esos comportamientos más frecuentes en las mujeres son además críticos para el éxito de los negocios en el futuro. Mientras, un análisis de la Escuela de Negocios Ceram ha tenido mucha repercusión en Francia. La investigación muestra que las compañías con mayor presencia femenina en sus consejos han tenido un mejor comportamiento en bolsa frenta a la crisis. Es decir, sus acciones han perdido menos valor con los últimos vaivanes económicos. La explicación podría ser los comportamientos: la presencia de mujeres parece cambiar la dinámica en los consejos de administración. Al menos eso es lo que ha ocurrido recientemente en Noruega.

El estudio The Bottom Line, de la consultora Catalyst desvela que las compañías que cuentan con mayor representación femenina en puestos directivos obtienen, de media, significativamente mejores resultados económicos que aquéllas con menor representación. Según Ilene H. Lang, presidenta de Catalyst, «este estudio demuestra una vez más la fuerte correlación entre resultados económicos de las compañías y la diversidad de género. La diversidad, bien dirigida, produce más independencia, innovación, buen gobierno y maximización de resultados». El estudio se llevó a cabo sobre compañías integrantes del prestigioso ranking Fortune 500, y tomó como referencia tres índices económico-financieros: la rentabilidad sobre recursos propios (ROE), el rendimiento de las ventas (ROS) y el retorno de la inversión (ROI). Catalyst comparó los resultados de las compañías con mayor representación de mujeres en sus cúpulas directivas con los de las empresas que tienen menor presencia femenina en los puestos de dirección, desprendiéndose de ello que el ROE de las empresas con mayor presencia de mujeres en su equipo directivo, así como el ROS y el ROI, es un 53%, un 42% y un 66% superior, respectivamente, al de las compañías con un perfil bajo de mujeres directivas.

Efectos sobre la maternidad

El Boletín Económico del Banco de España analiza también «La Economía de género: un campo de investigación en expansión». El informe resume trabajos presentados en una reciente conferencia sobre temas de economía de género utilizando datos españoles. La iniciativa buscaba ofrecer información estadística, imparcial y comparable, sobre la situación actual de las mujeres en España. Los resultados principales que se derivan de este ejercicio se pueden resumir señalando que existe un diferencial salarial negativo para las mujeres asociado a la maternidad que, además, parece reflejarse también en sus horas de trabajo, pues las madres dedican al cuidado de los niños una proporción mayor de tiempo que los hombres, independientemente de sus salarios relativos. Las políticas que incentivan la participación laboral de estas mujeres efectivamente aumentan su probabilidad de estar trabajando, aunque el efecto es menor si se combinan con medidas que promueven la fertilidad. De hecho, trabajar de una forma continua es crucial para evitar que las mujeres se retiren anticipadamente sin poder optar a una pensión de jubilación; más aun en países como España, donde proveer cuidado informal de forma intensiva a los padres tiene un efecto negativo sobre la probabilidad de trabajar de sus hijas de más de 50 años. Por último, la presencia de mujeres en órganos de decisión es todavía extremadamente baja.