Domingo tiempo de comuniones

De bodas, bautizos y, sobre todo, comuniones. Lo bueno que tienen los colegios superexclusivos es que uno puede encontrarse, en la misma ceremonia, a un montón de familias famosas. Cada una, eso sí, con sus cosillas. Imaginen. Aparece Gema Ruiz Cuadrado, la ex de Francisco Álvarez Cascos, con su niño. Muy guapa, con un primaveral vestido estampado. Todos los ojos giran buscándole a él, al ex, ex marido de Gema y ex ministro de Aznar. Y llega. Con su actual mujer, hoy legítima, otrora causante de la ruptura, la galerista, María Porto. Tensión al máximo. Corrección, son gente bien, gente educada. Pero distancias. Cuentan los testigos del encuentro que no se hablaron, ni se miraron. Le preguntaban a Gema ¿y el convite? Estará la familia, sólo. La suya, se entiende. Gema Ruiz Cuadrado besa a otra rubia, también guapa con un vestido un poco retro. Es Genoveva Casanova. ¡Esto es el delirio! Amina y Luis, los nietecitos de la duquesa de Alba, van al mismo cole que los pequeños de Gema y Cascos. Junto a Genoveva (la cosa va a más) está el orgulloso padre, Cayetano Martínez de Irujo. Y sonríe, sonríe mucho. Y este ex matrimonio sí se muestra bien avenido. Animando el runrún que apunta a una posible reconciliación. ¿Dónde quedó Luis Miguel? Clímax: la duquesa, doña Cayetana, de comunión. Sin Alfonso Díez. ¡Lástima!

Lunes tiempo de traiciones

La «cosa rosa» 2.0, esto es, de última generación, es muy de poner etiquetas. Todos tenemos vecinos, y algunos nos traicionan. Pero el título de «vecino traidor» por excelencia le corresponde a quien osó traicionar a «la princesa del pueblo». La traición del vecino consistió en cambiar de bando y ponerse del de Jesulín de Ubrique, amén de visitar los platós para airear cosas de vecindad. El «vecino traidor» —que, la verdad, no sé cómo se llama y me da igual, posiblemente se quede para siempre con ese sobrenombre— llegó a más. Demandó a la de San Blas. El colmo de la traición. El ofensor se sintió ofendido —en realidad, venían entrecruzando un bonito rosario de insultos, reproches y denuncias— y se fue al juez: la ex del torero me ha amenazado. Desde la tele, claro. El juicio, por lo visto, fue todo un espectáculo. Un trasunto de plató televisivo. Al final, el juez —cuya posible filiación, belenista o campanista, desconocemos—le dio la razón a Belén Esteban. Ahora ya lo sabe. Todos los príncipes tienen su súbdito traidor.

Martes tiempo de exclusivas

A algunas les gusta una portada de ¡Hola! más que a Carrie Bradshaw unos manolos. Cecilia Gómez orilló su publicitada discreción para aparecer en ella hablando (bien, eso sí) de Fran Rivera. Debió de gustarle la experiencia, porque repitió. Tan bien es cierto que estrenaba espectáculo y que la vida es muy dura. Para todos. Y cada uno se promociona con lo que tiene. Miren si no a Juan Ribó, Pastora Vega y su «relación pornográfica». No soy yo la que está enfadada, que yo poso encantada en el photo call de ¡Hola! Los que están que trinan son los demás. Y, además de los demás, dicen, la mismísima duquesa de Alba. Era día de estreno, pero había una sala Vip, la sala en la que iba a producirse la foto esperada, la de doña Cayetana, la homenajeada, Fran Rivera, el ex yerno de doña Cayetana y Cecilia, la ex novia del ex yerno de doña Cayetana. ¿Me siguen? En exclusiva.

Miércoles tiempo de gabardinas

El primer paso lo dio Charles Macintosh, inventor del tejido impermeable en 1823. La creó Thomas Burberry para los trabajadores del campo. La hicieron suya los soldados ingleses durante la I Guerra Mundial. La inmortalizó el cine negro de Hollywood. La han proclamado las pasarelas a los cuatro vientos. La han entronizado las revistas de moda. La han paseado las celebridades, las actrices de Hollywood, las modelos más rutilantes, las socialités nacionales. Pero es ahora que la ha incorporado Letizia a su fondo de armario cuando ya puede afirmarse con propiedad: la gabardina es la «reina» de la temporada. La vimos con ella a las puertas de la clínica de Barcelona, cuando los príncipes de Asturias visitaron al Rey. Y con otro modelo, más corto, en tierras gallegas, cubriendo un tramo del Camino de Santiago. Y la última vez en Navarra. Y eso que Letizia también se aprieta el cinturón (metafóricamente, que tiene cintura de avispa) y se deja ver últimamente repitiendo modelitos. Cuando no la llevaba fue cuando se citó con Isabel Sartorius en una terraza de El Pardo. Pues es una verdadera lástima. Porque habría sido el estilismo ideal.

Jueves tiempos de dieta

Los endocrinos han alertado respecto de las dieta milagro y las dietas de Hollywood y en concreto la de los potitos. Se suponía que Jennifer Aniston seguía la dieta del bebé inventada por la entrenadora Tracy Anderson. Pero la que será eternamente la mujer a la que Brad Pitt plantó por Angelina Jolie y por toda la eternidad la Rachel de Friends ha dicho que ella no come potitos desde que tenía un año o así. La dieta de Jennifer, en realidad y según ha desvelado Courtney Cox, que también se apuntó, consistía en almorzar todos los días durante diez años una ensalada con bacon de pavo y garbanzos. Raro también.

Viernes tiempos de fútbol

Waka waka, que diría Shakira. Empieza el Mundial de Sudáfrica y afloran los tópicos. Ya ven. España es el país de Europa en el que más mujeres dejarían a su pareja si ésta le presta más atención a la pantalla (3-D o no) que a ella, según una encuesta. Se supone que el fútbol, como el coñac, dejó hace mucho de ser cosa de hombres. Y, sin embargo, sólo hay dos mujeres al frente de federaciones. Y son minifederaciones, Islas Vírgenes y Burundi. Las chicas prometen tener protagonismo, pero como novias de. Ya en los prolegómenos accedieron a posar en plan sexy y deportivo. A modo de granito de arena.Y para una que —aunque también ha sido carne de revista— va por su trabajo, Sara Carbonero, lo entremezcla con el amor de Iker Casillas. Claudia Conserva, una conocida presentadora chilena de televisión y también señora de ex futbolista, ha prometido desnudarse si la selección dirigida por Marcelo Bielsa —una de las rivales de España por cierto— gana. Las españolas, ya lo han visto, están menos por la labor.