El jurado destacó su "excelencia olfativa". ¿La tiene también para la vida?

Bueno, intento tenerla para todos los aspectos de mi vida, aunque algunas veces no funciona bien, como cuando tienes un constipado y te equivocas.

¿Cómo entrena el olfato?

Oliendo vinos, catando, estando activa o probando los vinos para la venta. Siempre me habían dicho que tenía nariz privilegiada, a lo mejor es algo genético... puede ser, pero también he trabajado mucho. Registro aromas continuamente para recordarlos.

¿Cómo se puede recordar un olor?

Pues porque el olor es el recuerdo de algo que has vivido. Te imaginas el momento en que tú has probado ese olor. Es muy curioso, pero es algo de la mente. Recuerdas los aromas en la situación en la que los has olido por primera vez.

En el concurso Nariz de oro han participado 50 sumilleres de toda España, de ellos once de la Comunitat Valenciana llegaron a la final y de esos once, diez alicantinos.

La verdad es que hay muy buen nivel. De la Comunitat Valenciana es de donde más concursantes suele haber y un índice alto suele pasar a la final. Una de las cosas que comentamos los compañeros es que teníamos más posibilidades de que algún premio se fuera para Alicante. Íbamos con la humildad de que alguno por lo menos ganase el tercero y hemos tenido la suerte de que ha sido el premio gordo.

¿Por qué son tan buenos?

En Alicante se ha vivido mucho de la hostelería, es una zona turística a nivel mundial. Un restaurante que quiera destacar tiene que tener un sumiller. Luego está la preparación y aquí las escuelas funcionan bien.

Ahora es Nariz de oro 2010, ¿qué supone eso y cuál es su reto?

Ahora no me planteo nada, sólo disfrutar. No puedo tener más retos porque no hay concursos internacionales, sólo se hace en España.

¿Le gusta más beber u oler el vino?

Las dos cosas. Te tiene que gustar el vino porque si no hay muchas cosas que no vas a poder percibir. Me gusta beber, catar, disfrutar, compartir y aprender. El atractivo de este mundo es que no dejas de aprender. Como en la vida misma.

Dígame tres razones para que la gente beba vino.

El vino da alegría, reúne a los amigos y es muy sano, es un alimento. Yo a los 8 años ya bebí vino y no me ha pasado nada. El problema es el exceso, como en todo.

¿El hecho de que una mujer sea sumiller ya es algo normalizado?

Una de las cosas que me ha alegrado bastante para reivindicar el género es que el año pasado también lo ganó una mujer y este año en la final éramos cuatro chicas y dos chicos. Eso habla muy bien de las mujeres. Hay mucha "Nariz de oro" hombre, pero en muchas bodegas los enólogos son ya mujeres, porque la mujer tiene una mayor sensibilidad. Donde hay una mujer enóloga se consigue un vino más logrado.

¿Se tomaría un plato de jamón serrano o de queso con una Coca-Cola?

Refrescos azucarados y gaseosos, ninguno. Agua mineral con gas o vino. Aunque sobre los gustos cada uno que haga lo que quiera. Pero cuando uno come necesita quitarse la sensación de pesadez. El vino hace eso.