Oceana y la Obra Social de Caixa Catalunya han editado el informe Especies amenazadas, que señala las deficientes medidas de protección sobre las especies marinas. En concreto, en la zona cantábrica, el informe alerta sobre la grave situación que atraviesan los corales de profundidad y negros del Cantábrico.

Estas colonias se enfrentan a amenazas como el cambio climático, la pesca de arrastre y la contaminación, sin que aún se hayan descubierto todas sus localizaciones ni dispongan de suficiente protección a través de convenios internacionales. Además de la legislación, una de las herramientas más útiles para conservar estos ecosistemas son las áreas marinas protegidas, pero el mar Cantábrico tiene menos del 1% de su superficie protegida.

Los corales de profundidad (Madrepora oculata, Lophelia pertusa, etc.) y los corales negros (Antipathes spp., Parantipathes spp., Schizopathes spp., etc.) del Cantábrico únicamente están recogidos en el Apéndice II de CITES, que regula su comercio internacional, y algunas especies aparecen en el Anexo III del Convenio de Berna y en el de Barcelonai, que regula su explotación en el Mediterráneo, pero no en otros mares. Estas medidas son "claramente insuficientes" para su conservación, según el informe.

"Los corales de profundidad son especialmente vulnerables ante el cambio climático por encon?trarse en aguas frías, que absor?ben los gases más rápidamente. Es necesario aumentar los cono?cimientos sobre sus localizacio?nes geográfica y evaluar su estado", afirma Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana.