Una vez más, la visita oficial del presidente francés, Nicolas Sarkozy, en este caso a Londres para conmemorar el 70 aniversario del llamamiento radiofónico del general Charles de Gaulle a sus compatriotas en la Francia ocupada, ha tenido como protagonistas a las primeras damas. La esposa de Sarkozy, Carla Bruni, volvió a dar una lección de estilo.

Y como a ocurriera con Michelle Obama y la princesa Letizia, el encuentro de Bruni con la nueva primera dama británica, la mujer de David Cameron, se ha leido en clave de duelo de estilos. Samantha Cameron, que se encuentra en estado de gestación, eligió un vestido en blanco y negro. La italofranca volvió a hacer gala de su condición de ex modelo. Eligió una vez más un vestido de Dior, gris con un jaspeado sal y pimienta sin mangas, aunque tuvo que cubrirse con un chal. Un bolso negro Lady Dior y unos zapatos negros estilo kitten, de tacón bajo como suele, firmados por Louboutin.

Aunque mostraron estilos diferentes, ambas primeras damas tienen en común la moda: Samantha Cameron es diseñadora de accesorios y Bruni fue una reputada modelo, musa de Yves Saint Laurent.