Las jornadas sobre violencia en las aulas que se han celebrado este fin de semana en el Planetario de Castelló se clausuraron ayer con la reveladora ponencia de Ángela Serrano, responsable del área de violencia escolar del Centro Reina Sofía.

Durante dos días, expertos, profesores y psicólogos debatieron sobre las causas de la violencia en los centros escolares y los recursos para atajarla. Serrano alertó de la importancia de controlar los indicios de mal trato a edades tempranas y aseguró que la violencia «se adapta a su época y ahora se está adaptando a las nuevas tecnologías».

Fenómenos como el bullying (acoso escolar) se dan cada vez con mayor frecuencia a través de los foros y chats de Internet. «En el chat se dice que Paquito es el de los pedales, por ejemplo, porque tiene las piernas cortas y delgadas y porque camina dando saltitos. Y eso se extiende por todo el colegio. De formas directas de acoso hemos pasado a otras menos directas a través de las nuevas tecnologías, pero son igualmente dañinas», asegura. Un estudio de la Universidad Complutense de Madrid sobre datos de 2010 asegura que el 85% de los niños escolarizados ha sido testigo alguna vez de un caso de acoso y un 3,8% se ha declarado víctima de los malos tratos.

Además, según el informe, un 2,4 de los alumnos ha participado alguna vez como agresores en este tipo de gamberradas.

«El número se ha estabilizado pero sigue existiendo ese tres por ciento. Hemos hecho mucho los profesores y los expertos pero aún no logramos que ese porcentaje vaya aminorando», añade Ángela Serrano.

Vídeos en Youtube

Fenómenos como el de los videos caseros que se cuelgan en Youtube para que puedan ser vistos por todo el mundo están provocando alarma entre el colectivo docente y jornadas como las de ayer sirven para analizar el problema y buscar soluciones. Durante su conferencia, Serrano se refirió a casos concretos, como el de una alumna a la que grabaron con una cámara de vídeo ante un grupo de jóvenes con los pantalones bajados. «Tenía una regla en la mano y por lo visto se trataba de cuántos centímetros había que medir», explica.

«Es verdad que se ha hecho mucho, pero aún no se interviene a tiempo. Tenemos que estar alerta para detectar los factores de riesgo», dice.

El peligro, según Serrano, está en el anonimato que ofrecen las nuevas tecnologías. «Pensemos en el pavor, el sudor que puede sentir un niño cuando alguien entre en el chat para destrozar sus relaciones», sostiene.

Según la responsable del Centro Reina Sofía, a los 12 años resulta «tremendo» no encajar en el grupo, sentirse rechazado o discriminado, porque a edades tempranas es cuando se necesita un referente, sentirse miembro de un grupo. «Como dice Savater, hemos ido perdiendo lo humano», alega Serrano.

Según la experta, cuando se aborda el problema del acoso escolar «no estamos haciendo dramatismo, es la realidad. Y el joven la sufre».